sábado, 31 de enero de 2015

Sólo una conciencia inestable y sueños casi inalcanzables

Primera entrada del año. Es Enero, no se supone que postee todos los días, a pesar de que sí tengo más tiempo libre y sí estuve escribiendo en otro de mis blogs.
Ya rebalsaba de necesidad de decir algo acá, dado que tengo muchas sensaciones indescriptibles acumuladas y hay tanto para decir todavía (ya cumplió más de 6 años el blog y más de 8500 visitas, todo un logro en el mundo virtual que nos rodea).

Dejé ya la ciudad de las diagonales. Bella muy bella metrópolis en la que convergen personas de lugares muy distantes y distintos y tod@s son/somos bienvenid@s. Donde el pincha se vanagloria orgulloso de los logros de su equipo, como si se tratara de su hij@ y el lobo siente una pasión incontrolable por su equipo, tal y como si fuera su pareja de amor eterno. Hasta ahora, el mejor lugar para salir, muy variado y con banda tras banda grosa y propuestas artísticas por doquier. Gente buena, mucha política y un clima húmedo, como para decorar lo que puedo decir de La Plata.
Ahora me encuentro en el histórico punto turístico argentino, que tod@s visitaron o anhela/ro/n hacer alguna vez. Descubro tantas cosas interesantes y conozco a tant@s viviendo en un Hostel, entre la fría Mar Del Plata y mis pensamientos de anarco-gamer-artísta.

Me estoy encariñando con la gente con mayor facilidad y de alguna manera el verano me pone a flor de piel.
¿O no será por consecuencia del verano tal vez?
Paso por etapas bastante desconocidas por mí, pero que sirven para reflexionar. Las mujeres y la gente copada que conozco en el camino me van llevando por sitios tan desconocidos que dan miedo. Pero eso no está mal para mí. Tengo suerte de haber tenido mucho tiempo anteriormente para repensar lo que podría hacer. No quiero ni debo lastimar a nadie, pero es tan difícil...
Le explico que sea felíz, a la vez que me sigo repitiendo a mi mismo "no salgas con chicas verdes", pero...son tan deliciosas.
[Claramente que esta entrada va dedicada a una chica, pero no me interesa que la poca gente que lee este blog lo asocie.]
Yo también tengo muchas cosas que madurar y debo decir que ese es el punto en el que más tengo que prestar atención, dado que es el que menos trabajé hasta ahora. No le doy bola, pero las tensiones sentimentales se acumulan y después te pasan factura como si fueran una panadería de la Costa.

Me clavo puñales para verme en el espejo con 28000 puñaladas y ver la Marea crecer, dependiendo de la Luna de Miel.
No existe soledad si hay una gran paz interior como no existe aburrimiento si hay suficiente inteligencia o personalidad para hacer cosas.
Aunque habría que preguntarse qué es lo que te asegura que se está bien encaminad@ cuando se camina sin mirar abajo o atrás. Y yendo a gran velocidad.
No le temo a nada, pero cuesta esta cuesta arriba y muerde los tobillos cuando no logro el objetivo planteado.

Mi juego por ser quien soy me deja casi sin opciones, pero cuando las opciones van apareciendo puede que esté jugando a destiempo y el control no me responda para poder ganar el nivel y anotarme en el ranking.
(Los sentimientos no son un videojuego, sino algo mucho más poderoso. Tienen más crudeza y poder de derrota que cualquier otra forma de vida.)
Parezco un neófito hablando del tema, pero ¿cuánto sé? No es tan sencillo ser tan diferente y nómade (no es un rasgo atractivo; se es lo que se es. Punto). Muchas ideas, mucha proyección y mucha ignorancia para saber de qué se trata.

Ahora espero poder tener tiempo de reflexión para desarrollar una intimidad en pareja que no sé qué es y que necesito conocer por mi poca experiencia en ello.
Basta de palabras ridículas y bobas, es hora de seguir actuando. Actuar...no debería dejar de hacerlo, si me apasiona tanto. (https://www.youtube.com/watch?v=X3KbReYQCck)

Sigo creciendo y siendo quien deseaba ser de chico. Sólo falta la que sepa desgarrar el cascarón para que nazca mi habilidad para estar en pareja. A la mierda con todo, tengo que lograr verme vivo en el espejo y dormir con alguna llama de fuego que sepa despertar mis sentimientos más crudos y cocerlos a punto.
Dejo ahí mi sinfornía, inconclusa como lo que no se dice, pero se hace.