sábado, 20 de julio de 2019

Nunca estoy solo porque con mi imaginación siempre están cerca

Ya pasaron más de seis meses desde que empecé a viajar por el mundo, y un poco pude documentar de lo que sucede a mi alrededor, pero hace tiempo que no me dedicaba a escribir de lo que me pasa por dentro, lo cual creo igual de necesario que lo que puedo vivenciar a nivel "pseudo-periodístico".

Son muchas las sensaciones que me atraviesan mientras me redescubro constantemente sin mi zona de confort (¿cuál?) o adaptándome constantemente a nuevas personas y nuevos ambientes desconocidos. Hay incertidumbre, provocación y un extraño bienestar que me lleva a pensar que lo que hago vale la pena. Ahora realmente me doy cuenta que dar clase es mi oxígeno y que me agarra abstinencia si no puedo dedicarme a la acción casi a diario. Puede que trate de este modo de escapar a mis problemas (?), por medio de la pedagogía.
Todo este viaje es el puntapié inicial, son las herramientas que estoy adquiriendo para establecer nuevas leyes de libertad, igualdad, fraternidad y respeto tanto en la educación como en la vida cotidiana. Esta es mi forma de pelear y de combatir al Sistema.
Sé que estoy solo y que solo seguiré, pero me acompaña mucha gente que busca que yo logre el objetivo, simplemente porque tengo buenas intenciones para con el resto de la humanidad (se me dio así por casualidad, no porque busque "ser bueno"). Tampoco para provocar a la gilada, siempre firme para decirme que lo que hago es una mierda, sea lo que sea (gracias por estar ahí, les mando un besito).
No me preocupan las críticas ni el qué dirán, sólo mantenerme haciendo lo que me gusta, disfrutando cada momento y buscando nuevas maneras de difundir mis ideas y las inquietudes de las personas que me cruzo en el camino y me necesitan para expresarse.
Vivir en un lugar donde abunda el calor y los mosquitos, donde las condiciones de higiene y salubridad son precarias y donde es difícil conseguir wi fi e incluso electricidad me dio tiempo para reflexionar sobre qué puedo hacer, qué es lo más básico que necesito para vivir y quiénes me empujan para seguir. Mis amig@s y mi familia se preocupan por mi bienestar y, al igual que yo, quieren que vuelva sano y salvo el día que me decida a terminar este periplo. Por ahora estoy comenzando la segunda etapa, la mas difícil por los desafios que presenta, pero me aferro religiosamente a las recomendaciones que se me hacen para alejarme de los inminentes peligros que puedan existir en el mundo que me rodea. [No es por asustar a mi vieja ni nada, pero es increíble la cantidad de cosas que pueden matarte en África ~_~]
Pienso mucho en mi familia y en serio que me alegra que puedan hacer sus vidas y que mi libertad les resulte positiva, mas allá de la obvia preocupación.
Tambien pienso en mi futura familia, en la que formaré algún día, donde cumpliré un rol para el que no existen manuales ni formación académica, sólo instintiva. Me encantaria comenzarla ya mismo, pero esta es la última posibilidad que tengo de aprovechar la libertad de no tener ni pareja ni hij@s de l@s cuales preocuparme. Quiero hacer esto solo por ahora, así no me equivoco tanto ni dependo de nadie para caminar.
Tengo que seguir porque mi cuerpo me lo pide y tengo que quedarme porque mi futuro lo necesita. Necesita de mas documentación para verificar o contradecir lo que se dice sobre educación o sobre las personas de tal o cual región.
No es casualidad que hable de este tema y lo exponga online hoy. Es el día del amig@ y son ese viento que necesito cuando mi veleta se queda quieta. Son las personas que me acompañan, que me siguen, que me bancan, que saben que estoy aunque no estoy, que me critican para que yo crezca, que confían en mí y que no le encuentran explicación a lo que hago pero no les importa porque saben que soy así. Sobre eso, hay una frase que me dijo Fela el otro día que me gustó mucho: "me sorprendería de cualquier persona que me llame desde África, pero no de vos." Sabe que yo sigo, y que viajar es lo que más me gusta, que logro lo que me propongo y que lucho por lo que creo necesario. Aunque no lo vea desde hace varios meses y puedan faltar años para que lo vuelva a ver. Porque a pesar de que nuestra amistad fue en primer lugar una consecuencia de un trabajo en común (empezó siendo mi alumno en teatro, después le pedí su número a Gaby para escribir el manga y el resto vino solo), luego fue decantando porque nos necesitábamos mutuamente y porque es un complemento perfecto al binomio que habíamos generado con Fer, dándonos un respiro mutuo. Formando así una triada para apoyarse en conjunto y para recordarnos el por qué vivimos. Ser ese cable a tierra que me recuerda que no importa cuánto viaje o cuánto crezca, yo sigo siendo yo.
Tambien últimamente tuve tiempo de revisar mis viejos posteos del blog, para entender cómo pensaba hace algunos años y mantener un autoanálisis constante. Me da un poquito de vergüenza volver a leer lo que pensaba, pero en muchos de los posteos incluso del 2009 o 2010 planteo lo mismo: la búsqueda de libertad, la crítica a las tecnologías alienantes, la defensa de los valores de las personas que no son vistas por el Sistema, la desconfianza general con la adultez y la creación de un nuevo mundo más libre. Sigo por ese camino. Volviendo a tener una cierta repercusión desde este medio porque es demasiado llamativo para las demás personas el hecho de tener a alguien en África que les resulta inevitable compartilo con otr@s. Y agradezco que lo hagan, no sólo escribo para mí.
Pero cada tanto te podés encontrar con redacciones como esta que no buscan describir un lugar o hablar en contra de la sociedad, sino expresar lo más profundo de mi viaje: lo que me pasa por dentro. Continuando por este camino de autosatisfacción casi libidinal mientras juego a ser Carmen Sandiego, Indiana Jones o mi papá en la montaña.

Con respecto a esas personas que me tienen o tuvieron en la mira, me parece sorprendente, al revisar mis viejos posteos del blog, todo lo que me dediqué a personas que terminaron defraudándome y dándome la espalda, pero con lo que aprendí tanto. Casi todas ellas tenían en común que vivían o viven en Buenos Aires. No es casualidad, esa ciudad está contaminada. [Y me encanta pensar antes de dormir, como un juego, cómo me van a criticar cuando alcance la fama y diferentes soluciones a ese tipo de acusaciones ridículas.] Por otro lado también recuerdo el posteo en el que le dediqué unas palabras a mis amistades de ese momento, algunas de las cuales siguen ahí firme. ¿Mai, Fer, Gaby se acuerdan de eso? Acá dejo el link: https://abellisman.blogspot.com/2012/01/casi-pareces-normal-pero-en-la-mirada.html?m=0.

L@s que estuvieron siempre están ahí incluso cuando me contradigo, porque soy un ser humano y cambio. Casi burlándome de mi yo del año pasado, cuando usaba el Nokia 1100, parece que le intento escupir en la cara cuando gasto minutos de mi vida en el Smartphone. Es muy triste verme a mí mismo pegado al celular cuando podría estar estableciendo un diálogo u oyendo a mi alrededor. Mi yo del pasado me dice "te lo dije" picándome en la conciencia una y otra vez hasta que dejo de jugar videojuegos, escuchar música o hacer lo que esté haciendo con ese aparatito endemoniado en la mano.

[Del mismo modo que sigo pensando en Ella, quien supo ser mi Gran Amiga, porque me preocupa saber cómo está y si no necesita un abrazo a distancia, o qué sé yo. Los sentimientos tan profundos son impostergables y no basta estar del otro lado del mundo para quitarla de mi cabeza. No quiero que suceda eso porque me dibuja una sonrisa y me lleva a entender mi lado más humano. Y esperanzas de que puede existir alguien así, aunque sea un simple espejismo.]

Complemento esta redacción, dándome el espacio y el tiempo de escribir en castellano, porque acá nadie me habla en ese idioma y no quiero olvidarlo, después de tanto que lo trabajé. E insisto en ser quien me prometí que sería y quien disfruto de ser. Pero porque tengo gente que está ahí por mí. Personas que me quieren y que se alegran de mis logros. Gente que me confía sus secretos, sus historias y sus anécdotas más personales (sabiendo que es probable que formen parte de alguna serie televisiva o web en un futuro :P). Personas de distintas edades que me brindan sus conocimientos y exploran conmigo estos mundos que piso día a día. Amig@s que me creen cuando les digo que me voy a ir a tal o cual lugar o que voy a lograr tal o cual cosa, porque saben que lo haré. Y lo hago.

Atrás vienen mis amig@s, son una luz que brilla en la oscuridad, están en toda jornada y por nada, están cuando necesito amor para darme atención y cuidado, cuando me encuentro lejos muy lejos de mi lindo hogar y son mis amig@s por encima de todas las cosas. ¡Brindo porque mis amig@s son mi carnaval!
Por eso les dediqué esta entrada. Porque por medio de esta plataforma virtual puedo expresar lo que siento y si no fuera por ell@s, yo no hubiera continuado escribiendo en un comienzo, cuando tenía más de cien visitas por mes.
Hoy en día cambió la cosa y seguí solo, sin rueditas y sin nadie promoviendo constantemente mis palabras. Pero sé que este blog es mi llave para abrir las puertas de esos sitios inaccesibles si no se conoce la contraseña correcta. Y también es el número de teléfono de ese contacto que me va a llevar a que mi nombre esté en varias marquesinas que no esperaban encontrarse conmigo.

La motivación la tengo en mis alumn@s, la fuerza interior sale de mi familia, los conocimientos y la capacidad están en mi formación académica, y el empuje proviene de mis amig@s. Entonces: ¿Por qué no conquisto el mundo? No lo digo como reproche, sino como un desafío.
Agradezco que estén ahí las personas que fui conociendo poco a poco o que fueron entendiendo que lo que yo decía era en serio. Mis amistades que después de muchos años eligieron volver a hablarme y volver a tener un lazo que nos une, siendo del secundario, de la facultad, de Roller Derby, de las escuelas donde trabajé, de los lugares que recorrí o incluso mis conejill@s de indias. Que me siguen acompañando y contando de sus vidas aunque puedan llegar a pasar cinco años entre una cerveza compartida y otra.
Le agradezco a mis amistades por confiar en mí. La vida es corta, y hay que salir a buscarla.

lunes, 1 de julio de 2019

Kakuma, Kenya - It's time for Africa

(Parte 1)
Hola amistades y familia.
Dado que muchisima gente me preguntó sobre cómo es el lugar donde vivo, ahora me parece un momento adecuado para contarles.

El pueblo y sus alrededores se llaman Kakuma y quedan en la región de Turcana, en el norte de Kenya, muy cerca de Sudan y de Etiopía. Yo vivo en una casa en Kakuma town, y el centro de refugiados, al igual que muchos otros, queda en una zona a 20 minutos en moto desde la residencia. Los primeros días fuimos con Lyama, el coordinador del centro, en moto-taxi, pero ahora pudieron alquilar una y vamos tres trabajadores del centro en la misma. Seis en cada vehículo es el máximo permitido acá. 
Kakuma se fundó en el año 1992 por medio de un grupo de sudaneses que escapaban de la Guerra y esto empezó a crecer. Hoy en día viven más de 200000 personas, gran parte de ellas, refugiad@s de otros países cercanos: Sudan, Sudan del Sur (son dos países distintos), Burundi, Congo, República Democrática del Congo (antes conocida como Zaire), Somalia, Etiopía y Uganda, por ejemplo.
El idioma oficial es el suajili ("Hakuna Matata" es en suajili), al igual que Tanzania y la mayoría de los países del Este de África, aunque la gran mayoría de las personas habla un muy buen ingles. Aparte de esos idiomas, todas las personas saben el idioma de su tribu y, si provienen de algún país de habla francesa, también ese. En promedio, las personas hablan cuatro o cinco idiomas con fluidez. Europa y América tienen mucho que aprender de este continente.
¿Cómo es, se preguntarán? Bastante desértico, como se ve en muchas imágenes de la sabana africana, dado que la lluvia acá es algo que se da con muy poca frecuencia. De todos modos, la gente puede desarrollar su vida a su manera en el pueblo y sus alrededores.  La temperatura ronda los 27 o 28 grados todo el año, aunque no sorprende que llegue a más de 35 o 40 en verano.
En los viajes en moto hacia el centro de refugiados puedo ver un camino digno de una pista de Motocross: todo de tierra y con muchos pozos, con las personas caminando en el medio.  Hay diversos locales comerciales, hechos de palos y chapas, donde se vende todo tipo de productos, como se puede ver en cualquier lugar. Son comunes los locales de celulares, almacenes, verdulerías, bares, mercaditos y otros. Son bastante humildes, sin demasiados lujos, ya que en las afueras de Kakuma town ni siquiera hay electricidad; la mayoría de los locales se abastecen de generadores para la electricidad o alguno que otro de luz solar. 

No abunda el trabajo y de hecho, es muy frecuente el desempleo y vivir del balde con comida mensual que les da Naciones Unidas (que no alcanza para cubrir las necesidades de una familia). La mayoría de las casas en los barrios son de barro con un techo de chapa, pequeñas y con tres o cuatro o más personas viviendo en cada una. No hay corriente de agua ni nada que se le parezca, solo algunas canillas que traen agua de las napas y que están distribuidas en los barrios. Para bañarse se utiliza un balde y un tarrito, aunque en algunos sitios no veo que eso abunde; las necesidades fisiológicas las hacen todas las personas en pozos ciegos. Con esto se puede entender de cierta manera por que hay tantas enfermedades referidas a la higiene o por qué las moscas y mosquitos pululan por doquier. Las casas puede que no tengan lo que la cultura europea considera “necesidades básicas”, pero la red de mosquitos en la cama no puede faltar nunca, ya que por medio del mosquito se contrae la malaria.

Obviamente todas las personas son negras, desde negro oscuro (de Sudán) o negro mas amorenado (de Kenya o Uganda), pero hay una identificación lógica con la tez oscura. Por eso es muy gracioso ver la cara de la gente cuando me ven en la moto o en el pueblo, ya que generalmente me gritan “mzungu” (hombre blanco) o me saludan con sorpresa. Yo creo que si fuera verde y con antenas la reacción sería menor que siendo blanco. A diferencia de Sudáfrica u otras zonas de África, en Kenya no se viven conflictos raciales, por lo que ser blanco no es un peligro.
Para mí es muy interesante ver la apariencia de las personas (como para ell@s la mía :P), ya que es algo nuevo para mí. Por lo que pude ver hasta ahora, hay muchos varones con remera, camisa o musculosa y short o pantalón, bastante similar a lo que conocía, y mujeres con vestidos coloridos, otras mas grandes vestidas como la morena de Tom & Jerry, o con vestidos largos. De hecho, muchos varones usan remeras deportivas, de futbol o basket, y me sorprendió mucho ver a uno con una remera de basket que decía Scola, como el jugador argentino de la NBA. Hay mujeres con pelo corto o sin pelo, sin ninguna vergüenza de mostrarse así, y las que tienen pelo largo suelen tener peinados espectaculares, con trenzas o trenzas cocidas de aspecto muy pintorezco.
En cuanto a la religión, las personas son en su mayoría cristianas, aunque hay muchas que son musulmanas (de hecho me comentaron que en algunas familias l@s progenitores son de una religión y l@s hij@s pueden elegir otra, predicando una verdadera libertad de culto). Hay mujeres con burka o con jihab caminando por la calle, o con el pelo tapado, y algún que otro hombre con turbante o gorro, pero no es lo más frecuente. También, parte de las personas de la zona son de la tribu turcana, y se las identifica porque las mujeres casadas (algunas de ellas forzadas a hacerlo a los catorce o quince años) tienen muchos colllares multicolores en el cuello, y las personas de esa tribu suelen llevar un palo en la mano y un asientito. 

Si se lo preguntan, no, no veo leones o zebras por acá. Los animales que más se pueden encontrar, dado que casi no hay agua, son patos (no me pregunten cómo sobreviven), cabritos, cuervos, gallinas y algún que otro gato o perro.
Las personas son muy amables y sonrientes. Tanto en mi lugar de trabajo como en la casa donde vivo o en la calle veo a la gente sonriendo o riéndose (sí, hay gente seria, pero son los menos). El trato que tienen conmigo es de una hospitalidad ejemplar, sumamente pacientes y atent@s a mis necesidades. No siento peligro ni miedo, ya que tampoco vi armas. De todos modos, dados los conflictos tribales entre personas de Sudán del Sur y del Congo, es peligroso quedarse haciendo actividades después de las 18 hs en las afueras del pueblo.


El centro de refugiados donde trabajo es manejado por Faulu Production y se trata de una sección semi enrejada (en realidad son algunos palos con alambres y una puerta para ingresar), donde hay cuatro casillas de chapa y otra de concreto con el techo de toldo. Es en este último que se encuentra la oficina de la regencia del lugar y donde se guardan las computadoras que se usan para trabajar (una de ellas es una Windows 7 trucha que anda más o menos). El resto se usa como aulas para dar clases o como salón de reuniones de personal. Hay wi fi en la oficina y los alrededores y una conexión decente. Tanto este inmueble como el que se usa para reuniones tienen paneles solares para abastecerse de electricidad.
El centro tiene actividades divididas en mañana y tarde: a la mañana hay clases de salita de tres, cuatro y cinco, con una maestra joven en cada una. Cada grupo tiene cerca de 25 chic@s por aula. Las clases se dan en suajili y en parte en inglés, idioma que se enseña desde temprana edad. A la tarde, en cambio, se usan las aulas para dar tutorías de primaria a vari@s chic@s de la zona, ya que las escuelas de la zona suelen tener mas de 200 alumn@s por aula por lo general (“¿y vos te quejás que tenés 30 pib@s? Te quiero ver acá xD”), o para los talleres.
Dentro de este espacio, hay seis secciones encargadas de las actividades: educación; medio ambiente; desarrollo de la juventud; producción de cine; empoderamiento femenino; y permacultura. Todas ellas manejadas por refugiad@s adult@s, de l@s cuales un/a es supervisor/a y otr@, asistente. Cada sección trabaja con personas de la zona, ya sea, ayudándolas a mejorar su calidad de vida, o elaborando algo junto a ell@s. En próximas ediciones comentaré con más detalle qué se hace en cada una. También hay dos señoras que cocinan arroz con porotos de almuerzo todos los días para tod@s l@s chic@s y el personal.
El nivel educativo es muy bueno, tanto de l@s niñ@s como de las personas que asisten a los talleres, hacienda comentarios bastante acertados y con preguntas muy elaboradas sobre los temas que se dan en las clases. Aquí he rebatido totalmente la teoría de que la pobreza genera discapacidad, ya que en estos casos no veo ninguna diferencia con otras personas con las que he trabajado o que he observado. Hay mucho potencial para trabajar, pero el mayor impedimento, como siempre, es el económico, ya que se trabaja con lo mínimo que se puede porque no hay casi nada de plata.
Tanto los sueldos mínimos que tienen l@s trabajador@s como los materiales que se usan, como toda la plata que se usa para realizar las actividades proviene de donaciones que hacen personas de todo el mundo. Está 100% financiado por personas caritativas, por eso constantemente se organizan campañas de financiamiento.


Cambiando de tema, he visto el otro día a algunas personas de un coro ensayando gospel en la iglesia local (bastante precaria) y puedo decir sin lugar a dudas que las personas negras les llevan años luz de ventaja a las técnicas de las personas blancas. Perdón que haga esta distinción así, pero después de escuchar toda la vida que las personas de tal o cual lugar del mundo bailan o cantan bien o que tenés que ir a tal universidad para aprender canto, me han demostrado que acá saben mucho mejor cómo hacer las cosas y lo sienten por dentro; no es algo que se aprenda académicamente. Tengo la intención de que me enseñen lo que se pueda para mejorar mis habilidades artísticas.


Estoy bien y no me incomoda para nada vivir acá, aunque lo que mas me cuesta es el hecho de que hay un pozo ciego por baño; por el resto, no tengo problemas. La comida suele ser bastante similar a lo que conozco, aunque con diversos platos típicos: un menjunje de espinaca que ya se volvió mi plato local favorito; un plato de una verdura tipo acelga que se prepara más líquida; una especie de torta de pasta de maíz tipo polenta pero más dura que me parece bastante insípida; carne de cabra; pescado; y otras que estoy por descubrir. Lyama y la gente de Faulu me tratan como un rey, con una enorme servicialidad y cuidándome y escuchándome en todo momento. Prácticamente todos los días vamos a tomar una birra al bar que queda a la vuelta de la casa (el cual pone música bastante fuerte y me molesta cuando quiero dormir ~_~) y se siente un ambiente muy simpático, donde me encuentro cómodo (de hecho, tengo una habitación para mí y una cama bastante amplia). Claramente que ni ventilador ni aire acondicionado se encuentran comúnmente en las casas (sólo en locales comerciales) por lo que es recomendable quedarse afuera mirando las estrellas, charlando y esperando el viento para refrescarse, con repelente puesto porque sino los mosquitos te comen.
Creo que eso es lo que puedo contar por ahora, a una semana de haber llegado. Espero que se haya entendido y cualquier pregunta,  saben que pueden comentármela cuando quieran.


Espero que las cosas por allá no estén tan mal y no se quejen demasiado, por lo menos ustedes tienen ventilador y baño xD.