Propongo protestar por pobres y paupérrimos comicios amparados por protoelitistas neoliberalistas posmodernos que pronto prosiguen a prohibir posturas del proletariado con proyectos propios.
Cambiando de tema (más allá de la abrumadora, obvia y patética victoria del señor Burns en Capital Federal) quiero quejarme de la manera más poética que se pueda sobre los temas que más de quicio me sacan.
Necesitamos cambiar ciertos parámetros que transitamos día a día porque hoy ya resultan obsoletos. Y sólo está en nosotros la solución para que nuestro mañana no sea un hoy regurjitado, como está pasando ahora.
La idea de Dios debe ser debatida públicamente, al igual que el valor de la Iglesia Católica. Ya no somos un manojo de corderos esperando la estocada para ir a parar al asador; somos seres humanos que supimos conservarnos iguales por miles de años, y nos dividimos y fragmentamos para poder organizarnos y adaptarnos mejor al ambiente que cada uno elige para vivir.
El sistema económico neoliberalista está en caída libre y debe ser discutido urgentemente. No se murió el último pez, ni se taló el último árbol, ni se contaminó el último río, pero el hombre se debería ir dando cuenta antes de que suceda que NO PUEDE COMERSE EL DINERO.
La demo(dedo)cracia es una utopía tan vertiginosa que si sopla un leve viento en medio de los dos rascacielos, la sociedad cae metros y metros hacia la diferenciación y discriminación social.
El rol de la mujer se empezó a plantear para el cambio desde hace 50 años pero es increíble la cantidad de gente que todavía no se enteró. La guturalidad del macho sigue vivita y coleando y así será hasta que no se muera el último cerdo que ve a la mujer como un objeto y no como una persona más. Me gustaría que se piense el machismo como una enfermedad, pero sería pedir demasiados cambios a nivel cultural, así que lo dejo para la generación que le sigue a la de mis nietos (con suerte). El problema también es que si la mujer toma las riendas sobre lo que le pertenece al hombre per se (o sea, dar vuelta el panqueque en lugar de igualar la porción para todos), es el hombre el que va a quedar en desventaja y, como suelen ser bastante inútiles por sigo mismos, se eliminarán en alguna guerra estúpida global y sin sentido. O sea, chau futuro.
La música yo creo que debería replantearse. Para mi el apogeo se alcanzó en los 70´s y después fueron copias basadas en esos originales una y otra y otra vez, aunque algunas admito que están buenas. Así hasta caer en lo que tenemos hoy en día que es tan original como el último Blackberry TKB-500.
Somos la generación que nació con una computadora en casa, si la familia tenía suerte de comprarla. Los chicos de hoy viven en un mundo personal que les entra en la palma de la mano y que los obliga a actualizarse y modernizarse día a día, transformando lo que antes era "ir a jugar a la pelota con los chicos del barrio" a "tener un celu último modelo con facebook y twitter y actualizar mi estado YA ><".
La homosexualidad es algo que está mostrando las garras de manera deliciosa desde fines de los ´60. Es hora de que cada uno pueda gustar de quién se le da la gana sin ser juzgados, no? Me gustaría también, ya que estamos, que en la Argentina se repiense el término "meter los cuernos" o "cagar" en cuanto a relaciones sentimentales o sexuales se trata. El ser humano NO ES monógamo, ¿cuántas veces lo tengo que repetir para que me escuchen? (aparte de que TODOS los hombres pensamos con la cabeza de abajo antes que con la de arriba)
Esta es la era posterior a la del desencanto (generación X), eso te lo acepto, pero no puedo creer que esta que tenemos hoy sea tan patética y vacía de sentido y sentimiento propio. Todo lo que hay es de ayer o cristaliza lo que se es hoy. No sé cuánto falta para que el corcho de la depresión salga disparado hacia arriba y festejemos con el champagne (o la sidra en algunos países) de la revolución intelectual (que ojalá que tenga un nombre y sea tan original como yo lo espero e imagino), pero yo espero seguir peleándole a la realidad hasta que vea que mis ideas puedan influir en ese cambio.
Los ídolos de ayer no son ni en pedo los de hoy porque los de ayer creían en algo. Hoy no se cree ni en creer en creencias absurdas.
El sistema laboral no es para nada perfecto, aunque a algunos así les parezca. Suele ser explotativo o despectivo. Me parece muy irónico que se tome como "bruto" hoy en día a alguien que tiene sólo parte de la educación escolar completa teniendo en cuenta de que TODOS somos nietos de abuelos que practicamente ninguno terminó la primaria o secundaria, y sus padres, ni hablar. ¿Somos descendientes de tarados o cada vez nos exigen más para los que quieren tener un futuro decente?
La escuela también debe cambiar. Hasta ahora es el sistema más perfecto para educación masiva, pero se pensó en primera instancia como una "fábrica para chicos", donde se pasaba el conocimiento de un ser superior a uno que está en un segundo plano. Gracias a la vida por Freire que supo decir que esta estupidez cambió. Lamentablemente para los cuadrados que creen que el mundo está bien así como está, hay mucha gente que no puede adaptarse a ese ritmo tortuoso y vertiginoso, lleno de alegrías como también de tristes sufrimientos que es la educación escolar y por algún u otro motivo quedan excluídos, siendo tomados como "desertores del sistema". No todos somos iguales, ni siquiera en nuestra similar educación, que quede bien claro eso.
Me faltan decir mil cosas más y de maneras más retorcidas, pero mejor lo dejo para los que pasen por acá y reflexionen sobre mis reflexiones.
Para finalizar, quiero dejar inmortalizada una frase que un colectivero re-copado de la linea 17 con el que me puse hablar leyó en el lado de atrás de un boleto de colectivo en un viaje de corta distancia que hizo en la provincia de Entre Ríos:
"Hay gente tan pero tan pobre que lo único que tiene es dinero." Fin de la historia.