jueves, 21 de abril de 2022

Manifiesto contra la caridad

Se puede suponer desde un principio que realizar una buena acción por otros seres sea algo positivo para la sociedad, sea cual sea. Es evidente que si queremos mejorar como grupo social debemos apoyarnos mutuamente o al menos comprender la situación de las otras personas o animales y hacer algo en caso de que necesiten y podamos asistirles. Creo que la mayoría de las religiones dicen algo similar a este concepto, tan lejano a lo que nos proponen las reglas del capitalismo individualista.
Se podría considerar que siempre se tienen privilegios por sobre otras personas, sin importar cuál sea tu situación dado que, si podés reflexionar sobre la existencia de esos privilegios, ya estás teniendo ventaja sobre aquellas personas que nunca pudieron hacerlo. El segundo paso sería pensar qué puedo hacer cuando comprendo la existencia de esos privilegios y la jerarquización que eso conlleva; si es que pretendo continuar en la misma posición que estoy o hacer un esfuerzo por equipararme con el padecimiento de los seres que tengo por debajo, o al menos acercarme lo más posible. No es ni siquiera pensar en existencias que sean un reflejo exacto de lo que soy, sino simplemente otro individuo por el cual yo pueda sentir EMPATÍA. Si decido de veras hacer algo para cambiarlo, tengo una multiplicidad de opciones, las cuales dependen del esfuerzo y dedicación que yo esté dispuesto a entregar para l@s demás, sin perseguir ningún fin más que el ayudar al prójimo a tener una mejor calidad de vida. Nuevamente podemos ver una actividad que recomienda cualquier libro de psicología que hable de RESILIENCIA o de ACCIÓN SOCIAL. 
Pero hay una cuestión olvidada por las personas que se dedican a ayudar a otr@s: difícilmente desde su punto de vista puedan ejercer un cambio real si no se sacrifican por ello. Aquí no me estoy refiriendo a una implosión real o una renuncia a la vida anterior, pero sí a un porcentaje de la misma. Para visibilizar un cambio y una real transformación de la sociedad, las horas y condiciones dedicadas a aquello que se potencia como un futuro mejor deben ser más que consideradas, como así también el tipo de dedicación que se le da. No es lo mismo ir de vez en cuando a ayudar a un lugar particular, esporádicamente, intentando ver un cambio a muy largo plazo que comprometerse y quedarse en ese sitio, pisando su barro, comiendo su comida y/o escuchando de verdad a sus semejantes.
Es muy loable poder dar fe de ese compromiso y ese sacrificio, pero no siempre sucede así. Es más, en la mayoría de los casos se utiliza como fachada para poder decir en público "mírenme, estoy ayudando a quien lo necesita" para expiar culpas o para pertenecer a un grupo. Se ven palabras vacías en imágenes sin alma, en tristes copias de la Madre Teresa o de Ghandi pero en un perfil virtual, olvidando que también esas personas robaron, mataron o blasfemaron a iguales por considerarles inferiores o diferentes a ell@s (no eran superhéroes). Suelen ser personas que se ufanan por lo bien que tratan al resto, por cómo ayudan a que este planeta se convierta en un lugar mejor pero sólo se quedan en el envase, sin contenido alguno. Nunca se ensuciaron las manos realmente, nunca pensaron en la tortura que es para los seres del otro lado vivir de esa manera y no consideran que cuando se acaba esa ayuda momentánea ell@s seguirán en la misma agonía de sobrevivir en este mundo, con todas sus penurias a cuestas. Lo único que cambia es el tamaño del ego de la persona que realiza la acción, porque dentro de su ser y de su círculo íntimo se hincha el pecho de orgullo por la tarea realizada, si es que se ve de esa manera. Por supuesto que estoy generalizando aquí y quien quiera sentirse aludid@, que lo haga, y quien no no. 
Estoy un poco harto de esta visión tan simplista del mundo que nos quieren mostrar desde medios y personas que se hacen l@s mártires cuando no todo es blanco y negro. Se puede ayudar a l@s demás con lo que se hace día a día como también puede una persona trabajar en un ámbito en que tiene la fortuna de que le paguen por ayudar al resto, sabiendo que eso es un trabajo y como tal tiene un horario y un espacio determinado, como también unos fondos o "recursos" precisos para esa tarea, si es que no se hace ad honorem. Queda en la consciencia de la persona si se hace por uno o el otro motivo, siendo sólo la propia individualidad quien debe juzgarlo.

Por medio de este escrito complejo y estrambótico lo que buscaba era diferenciar lo que se hace por amor real al medio que se rodea o lo que se hace por caridad para encontrar consuelo en una vida vacía y sin sentido. Parece ser una delgada línea entre una y otra, pero hay enormes diferencias si se mira con lupa. Basta sólo con vivirlo y repensarlo.