domingo, 14 de agosto de 2016

¿Tengo que ser siempre el mejor?

Son estos momentos en que se me juntan las diversas ideas que cruzan mi cabeza libremente, por las autopistas del conocimiento, de la apreciación personal y del sentido común. Hubo un choque múltiple en el cruce de esas vías y el resultado es mi mente desde las 7 de la tarde hasta ahora.
Tengo mucho para contar, tanto desde la congoja como desde la incertidumbre como del vómito de odio hacia el padecimiento colectivo.
¿Por dónde empiezo? Por donde pueda, no creo que sea una entrada coherente esta ni pretendo hacerlo así.
Son datos. Datos tirados al azar que salen de mi cabeza en forma de palabras, transformadas por la naturaleza de mis manos comunicadas con la computadora.

Me quedo aprovechando mi tiempo conmigo en una cama que se mueve por cuestiones sísmicas (¿o realmente estoy empezando a enloquecer?... ¿o es porque están arreglando la calle de la otra cuadra?), delirando por la cruza de dos mujeres que un día me hacen sentir el rey del mundo y el otro me hacen perderme como un náufrago en una isla del Pacífico (como hoy) y con un ánimo decaído, abstracto y condicionado por un viento que aqueja a esta zona del mundo y me deja de cama, cuando levantarme de la siesta creo que fue una idea estúpida.

Sí, debería dejar de compararlas, pero me es inevitable, Dolores Haze. Ustedes dos son las únicas que me entienden, aunque sea mínimamente. Y las dos que suspira(ro)n por mí, por lo que estoy infinitamente agradecido. Voy a decir unas palabras para cada una, así no me queda tinta en el tintero de los celos (¿celos? ¿entre ellas? Nah... no existe tal cosa por suerte... creo).
_Virginia Clemm: Sos un ser dotado de características mentales muy fuera de lo común y eso me parece sumamente atractivo. No sé realmente quién sos, porque ni siquiera vos lo sabés, pero me gustaría ir descubriendo eso de a poco. Concretar algo que tenemos pendiente desde hace muchos años y desconozco si eso mismo es lo que nos motiva a seguir queríéndonos. No creo que vayas a leer estas lineas y por eso puedo ser impune en mis pensamientos, pero no tanto en mis acciones. Me da rabia ser sólo "una voz en el teléfono" y no poder hacer nada para cambiarlo porque estás en medio de tanta toxicidad esclavizante. Tu burla constante hacia mi idea de libertad es lo que me hace pensar si ese fuego puede alguna vez apagarse o encajonarse porque sí... dejándome seco por dentro y obligado a hacer un duelo contra mi terquedad. Ya las cartas están sobre la mesa y lamento que por dentro ya no todo sea igual, que haya una distancia más allá de los 1050 kms parciales que nos alejan más y más. Gracias por tantas alegrías, pero ya hay que soltarnos y dejarnos ir, como dos globos al Cielo.
_Kraus: Tengo un deseo irrefrenable de abrazarte y de estar sentado o acostado a tu lado, con tu dulce cabeza llena de ideas épicas apoyada en mi hombro o en mi pecho, que me da una sensación de bienestar y tranquilidad que no sé si tuve alguna vez. Es muy gratificante para mí encontrar a alguien con quien hablar en nuestro propio idioma y entendernos, pero a veces puede ser complicado olvidarme de tus 18 vueltas al Sol. Tus incoherencias tan hermosas y tu egocentrismo tan desvariado, que evito ver como característica adolescente... aunque me cueste tanto. Nuestros besos son accidentados, torpes ganas de unir nuestros labios para escuchar las pasiones escondidas en ellos. Me es inevitable besarte en cada oportunidad que tengo, porque lo siento así. Quedan en nosotr@s las infidencias de la intimidad tan reservada, que te diré al oído, pero que vos ya conocés. Falta descubrirnos un poco más y hablar del tema con calma, si me podés dar ese gusto.


Podría hablar durante días de ustedes, pero no creo que sea el momento y el lugar indicado. Sólo quería dedicarles unas pocas palabras para que lo lea mi abuela y las otras 10 u 11 personas que visitarán esta página próximamente sólo por placer.
Les agradezco por decirme "desde que te conocí, es un martirio estar en mi cabeza" y "tu cerebro es sexy", respectivamente. Son ese tipo de mimos los que me dan fuerzas para seguir.


Continúo en esta cuenta contada como un cuento cuántico. Estoy sumamente compenetrado en ver la emoción de los Juegos Olímpicos. No sólo por la excitación masiva que provoca, la cual me parece mucho más rescatable y positiva que el mundial de futbol cada cuatro años, sino por la dosis extrema de superación personal que se puede notar constantemente en estas instancias. (De paso quiero expresar mi grandísima admiración por el enorme trabajo de Gonzalo Bonadeo y la siempre excelente producción de TyC Sports, un orgullo nacional).
No es tanto el nacionalismo tan fervoroso lo que me despierta entusiasmo, sino todo lo contrario: la unión de todos los países del mundo en una sola competencia, en 20 días en que todos los países se olvidan de sus diferencias y pueden competir entre sí, destacando el desafío que es para un estadounidense competir contra China, un israelí contra un turco, una argentina contra Gran Bretaña o un serbio contra un croata, por ejemplo, tal como lo hacen contra otros países, sin importar cuales sean. Nos olvidamos de las guerras, de los odios y de las peleas ridiculas en que nos meten el sistema político y capitalista.
Somos todos los países un solo mundo, representando con esos trapos de colores al lugar donde cada un@ nació o se comprometió a representar. Incluso me encanta que haya atletas que sean independientes, y no crean en esas absurdidades llamadas "fronteras". Larga vida al pensamiento autónomo.
En todos los años bisiestos somos llamad@s a ver o participar de la mayor unión de "razas", culturas y nacionalidades. Sentir orgullo no sólo del país donde cada un@ nació o se crió, sino de todo lo que puede dar alguien que nació o se crió bajo nuestro mismo suelo. 216 atletas que sacrificaron su vida para llegar a ese momento están ahí, con la bandera argentina colgando. Cuerpos y mentes preparadas para estar ahí, peleando por lo que entrenaron y con todas las cámaras filmando (cosa que se olvida la gente).
Saludo, felicito y admiro a todas las personas que están en Río de Janeiro representando al país que sea (sobre todo a la Argentina, país del que me siento parte identitaria).

Sí, se dejan de lado todos los problemas mundiales y son inversiones multimillonarias sólo por diversión, pero no puede ser todo positivo. Sé que la pobreza y las protestas políticas no tiene ningún tipo de visualización en este mes y que el mundo va a seguir girando en torno al capitalismo, pero estén los JJ OO o no, las cosas siguen igual. Ojalá donaran sólo un 10 % de lo que ganan l@s tenistas a caridad, o las ganancias netas que se dejan al Comité Olímpico brasileño para el enorme porcentaje de pobres de ese país, pero eso ya no depende de mí (en este momento).
Hablamos acá de humildad, de autosuperación y de orgullo porque mi vecin@ está ahí, defendiendo la camiseta y la bandera que prometió o juró respetar y representar en 4º grado, con mucho mayor conciencia que una gran cantidad de polític@s inhuman@s que les importa un carajo el bienestar de otras personas que no son su ombligo.


En otro plano, más bien virtual, estamos viviendo un suceso único en la historia de la humanidad. Me animaría a decirlo así porque sólo l@s más vanguardistas escritores de ciencia ficción y futurismo pudieron haberlo pensado: la realidad virtual está entre nosotr@s y está cambiando la forma de jugar un video juego para siempre. Obviamente estoy hablando del impacto MASIVO que está teniendo el Pokemon Go! en todo el mundo. Al día de hoy es la Applicación para celular más descargada y con más éxito de la historia, superando ampliamente a Whattsapp y el messenger de Facebook.
Yo recuerdo el fanatismo que tenía por Pokemon en el año 1999/2000/2001 y lo grande que era. [Como tampoco puedo olvidar haber sido un@ de l@s únic@s 10 ganador@s del premio de la revista Genios con esa franquicia, en el año 2000/01.] Después decayó un poco, pero tuvo un "revival" gracias a que sus videojuegos se crearon o adaptaron para las nuevas consolas y ya somos tres generaciones de jóvenes que jugamos sus brillantes juegos y lo conocemos (sigo jugando algunos juegos de Pokemon en la compu debo admitirlo).
...Pero era necesario trascender todo lo antes establecido y romper las barreras de todo lo que se vio hasta el momento.Y así se hizo esto que invadió el mundo que empezó, literalmente, como una joda (de parte de Satoshi Tajiri, el creador de Pokemon, para el April´s Fool del año pasado).
Personalmente no veo tanto a las personas jugando esto pero debe ser porque no formo parte de las masas, gracias a mi bendito Nokia 1100, pero me han dicho fuentes cercanas que en las "pokeparadas" hay mucha gente determinada a ver su propio celular y quedarse sólo ahí (y eso que hablo de Mendoza... no me quiero imaginar Buenos Aires o las grandes capitales del primer mundo).
¿Beneficios para la salud? Ja! Te obliga a caminar, a "socializar"... eh? ¿Y a eso llaman beneficios? Te volvés un/a adict@ a un videojuego QUE REQUIERE de un buen celular con buena conexión a internet (cosa que en muchas partes de la Argentina es un tema pendiente, mostrando nuestro lado más tercermundista por esa parte, en comparación con Europa, muchos países de Asia o América del Norte); te abstraés del mundo y no te importa otra cosa, lo cual ya hubo casos que les costó la vida; sos una víctima muy fácil para posibles ladron@s de poca monta ("rastrillos" como se los llama en la jerga); y este maldito juego, tal como pasa con los videojuegos de hoy en día, NO-TIENE-FINAL. Estadounidenses y japoneses unid@s para dominar el mundo... qué raro, no?

...Y este es sólo el comienzo: el Occulus, algún tipo de juego tipo Sims+Facebook que te permita estar en cualquier parte del mundo desde tu casa con esos lentes, y todas esas cosas están por venir.


Ya está, me voy cansado de escribir a seguir con mi vida. Me costó más de tres días esta entrada y aproveché que con J.S. no arreglamos nada para hoy, y que mañana tengo el día libre para seguir preparando el festival "El Arte Más Allá de la Escuela", que me enchufaron en la 7-001 y me dará puntaje docente e innumerables satisfacciones que recordaré para siempre.
Me queda pendiente hablar de los nuevos destapes anti-machistas que están habiendo en la cultura argentina, pero creo que lo dejaré para otra ocasión, promesa de ninja.
De paso, trato de leer un poco, preparar para mi cumple en lo posible el nuevo y final Power Card y mandar mails... si puedo. Au Revoir.