Se levanta la luna para mostrar una vida nueva en el horizonte, mientras se alza llena de gloria en el cielo barilochense.
Teñidos de furia y fiebre quedaron los días en que me decidía a seguir buscando trabajo por las calles cercanas al Nahuel Huapi y tirando Curriculums a la basura. Todo cambió después de una entrevista para "El Coordillerano"; otra para "El Seis", o sea el Canal 13 local; y cuatro radiales. Aunque la responsabilidad de que yo esté teniendo un ingreso recae en dos compañeras de Roller Derby que me recomendaron, no en una performance ridícula para este pueblo.
Hago la misma función dos veces por día, seis días a la semana, parando sólo el día que entreno y duermo hasta que pueda. Me desempeño como un gran pregonero de un lugar que hace dos semanas no sabía que existía, pero para lo cual doy todo y represento lo mejor posible, armado con mi voz y un manojo de volantes, que desenfundo como señuelo para que las personas almuercen o cenen allí. No miento, es un lindo sitio, placentero para las personas que apetecen grandes matanzas de animales (mientras yo, cual hiena, me quedo con sus restos y río nervioso ante sus presencias).
A diferencia de otra gente que trabaja en hoteles y otros lugares ostentosos, yo tengo ligeras propinas, bastante más humildes. Dada su baja magnitud y mi personalidad, en lugar de gastarla en putas, casino y champagne, las invierto en cereales y algún chocolatito para darme el gusto.
Mis días se dividen en tres, dependiendo de mis horarios laborales, lo cual me hace amigo íntimo de Cronos. Es fascinante cómo se detiene el tiempo tan maravillosamente cuando estoy ahí parado, con toda mi energía, esperando a que pase la gente, frente a La Parrilla de Tony. Insto a que todas las personas hagan muchas actividades en ese tiempo, dado que pasa más lento (¿o es lo que yo creo?).
Recorro las calles bien acompañado, todos los miércoles y sábados, jugando a que estoy en pareja con alguien con quien acordamos salir hasta que me toque volver a viajar, digno hijo de mi padre o de Hermes que soy. Es una buena chica y estamos aprendiendo mucho un@ del/la otr@, pero en dos semanas esta escuela va a terminar, para dar lugar al recuerdo y a que ambos sigamos otros caminos más distantes y lejanos.
Mientras tanto, en paralelo, me embriago con una ilegalidad preciosa, con un manjar que sólo pocos dioses pueden llegar a concebir, con un ser de luz tan especial que de sólo mirarla ya sé lo que le está pasando por la mente. Y ella juega conmigo como un gato con un ratón que acabó de cazar. Sus suspiros hacen que mi alma vuelva otra vez a ese lugar tan lejano y perdido donde se quedó alguna vez cuando era joven y sin límites. Comparto un lenguaje muy propio, muy secreto para ambos: Uf rvjfsp Qpmmz Ebzfñpgg.
Sigo intentando comprender cómo esta ciudad tiene tanta cantidad de fanátic@s, de gente con sueños de esperanza, que añoran ver espectáculos maravillosos... cuando lo único que veo es un poco de caos, MUCH@S PORTEÑ@S (residentes hace 10 años o turistas), gente desconfiada y otra buena, algunos días agradables y un viento bastante forro.
Por ahí, en las noches de joda continua para jóvenes, veo grupos de prostitutas que salen a la noche patagónica sin importar que hacen cerca de 3 grados de sensación térmica, con sus ropas provocativas y hasta incluso acompañadas a veces de algún varón con aspecto prominente, todo con tal de lucirse mejor como objetos ante la mirada de algún macho que las quiera levantar para pasar la noche junt@s... ah, no, perdón, me confundi, son egresadas. [Sí, están en todo su derecho de usar lo que quieren, pero me parece bastante ignorante por parte de las escuelas no darles un poco de información sobre cómo usar su cuerpo, dadas las consecuencias de sus actos nocturnos.]
Es lamentable que no sepan tod@s l@s chic@s de entre 17 y 18 años que Bariloche NO ESTÁ HECHA PARA ELL@S, sino que ell@s simplemente ayudan abultadamente a su economía. Es cierto: si se sacan las cinco o seis empresas que manejan a es@s adolescentes y a l@s turistas que provienen de Brasil, esta ciudad termina como Cutral-Có en el ´97, pero igualmente no cesaría del todo. Bueno, sería temporada baja todo el año, lo cual daría mucha paz a l@s residentes, aunque habría exilios masivos.
No temo seguir descubriéndome aquí, pero esta ciudad ya me tiene podrido. Es el culo del mundo y me tiene exhausto aunque no entiendo bien de qué. ¿Será que la primera vez en mi vida que busco telos no encuentro ninguno, o por el frío tan seco como mucha gente que vive aquí? "No me gusta un lugar, sigo viajando", eso era lo que me decía antes de empezar mi odisea y bueno, ya es hora de cumplir.
Siguiente destino: la tierra de las ballenas, los pingüinos y otros relatos y rutas salvajes. Espero seguir sumando cálidas bellezas humanas como encontré hasta ahora, sobre todo en Neuquén y Mendoza.