domingo, 12 de agosto de 2018

Abran paso a esta manada de superguerreras

Coro de Mujeres - "Mujeres, dejad vuestros cántaros, para que por nuestra parte ayudemos también a nuestras amigas. Yo jamás dejaré de bailar, ni el cansancio hará flaquear mis rodillas. Quiero hacer causa común, y afrontar todos los riesgos con esas compañeras tan valientes, tan ingeniosas, tan bellas, tan atrevidas y discretas."
(Lisítrata - Aristófanes, año 410 a.C.)

La realidad golpea de nuevo. Es hora de hablar del tema que dejó un moretón verde en la cara de la sociedad argentina.

Se me complica siendo hombre-heterosexual-cisgénero-casi blanco-rubio-flaco-con necesidades básicas saciadas-sin discapacidad-y una familia que me ama y se ama entre sí hablar de falencias, pero me parece que tengo un poder de transmisión de necesidades y sensibilidades sociales que estoy obligado a usar. O podría hacer como diría Pepe y callarme la boca con respecto al tema, lo cual no es mi estilo. Prefiero el sincericidio.

¿Por dónde empiezo? [Para aquel/la que pregunta, tengo todos los subtemas a tratar anotados en una hoja, porque son muchos y no quiero perderme.]

Creo que con lo que emerge más en los medios de comunicación: el aborto.
Este tema dividió las aguas y demostró lo profundo que caló el catolicismo dentro de nuestra sociedad. Poca gente realmente investigó en profundidad los por qués, lo positivo y negativo que tiene esta decisión política y ciudadana; la mayoría de las personas que se opusieron se dejó influenciar por opiniones ajenas o creencias que provienen de un ámbito familiar. ¿Pero no es así como se forma una opinión? Por supuesto, pero está en cada un@ la posibilidad de investigar un poco más allá y tener un pensamiento propio.
En algunos casos fue muy interesante ver en diputad@s y senadores que se tomaba una decisión basada en lo que creían mejor para la sociedad, no en las creencias personales (que es lo que se supone que define a una "democracia representativa"), aunque los disparates también estuvieron a la orden del día.
Una tía de mi viejo me dice que cuando salió la ley del divorcio (que salió hace 31 años) hubo un debate social igual al que está sucediendo hoy en día. Decían las mismas pelotudeces eclesiásticas que dicen hoy en día: que la gente iba a elegir no casarse, que se iban a casar para después divorciarse, que iba a perder valor, que el matrimonio es una institución sagrada, que la sociedad es así y por algo es así y blablabla. ¿Y qué tendría de malo que pierda valor el matrimonio? ¿Cuál sería el inconveniente de no conocer el futuro, si ese "futuro" para el cual nos prepararon a los que hicimos la escuela entre el siglo pasado y este NO EXISTÍA?
Pero, en el caso del aborto (o "IVE" como le dicen Cobos y CFK) no existe la posibilidad semi-light para hacerlo como se ve en muchas personas casadas. No soy médico y no tengo la formación médica, pero algo entiendo de hormonas debido a mi investigación con adolescentes y puedo recontra afirmar que las modificaciones que un embarazo provoca en el cuerpo de la mujer es muy sustancial. Un aborto es un tema sumamente serio y complejo, una decisión extrema que toma una mujer a veces en compañía de su pareja A VECES SOLA CONTRA EL MUNDO. Y sí, creo que son las más vulnerables socioeconómicamente hablando las que sufren más y las que tienen más riesgo de ignorancia seguido de muerte. Me parece denigrante que se pueda juzgar a una persona en esas condiciones. El Estado no puede meterse en la vida de las personas y mucho menos en las decisiones tan personales que toman las mujeres. ¿De dónde saco esas teorías? Lo-veo-a-diario cuando voy a dar clase. Y es un secreto a mil voces, pero el aborto clandestino existe.
La decisión final que tomaron 38 senadores fue postergar por un año o dos la implementación de la ley. Porque no se puede hacer frente a la realidad tratando de taparla con las manos. Y la mitad de la sociedad argentina sabe qué está pasando, la otra mitad elige simplemente no verla y creer en la ridícula caridad en vez de embarrarse las manos y los pies y luchar por derechos como debería hacer una persona que realiza buenas acciones como los Santos y mártires que se nombran en la Biblia. El negocio de la clandestinidad MATA GENTE, no seamos tan inept@s y cieg@s.
No hablo más del tema.
[Si todo esta división de aguas se armó por el aborto, no me quiero imaginar lo que pase cuando se trate en las Cámaras el hecho de esterilizar a las personas con discapacidad, lo cual va a pasar en un futuro y van a decir pelotudeces ignorantes aún más grandes.]

La moral está siendo cuestionada a más no poder por las nuevas generaciones que pelean por destruir el mundo de los dinosaurios. Pero los dinosaurios no se van a dejar vencer tan fácil. Es una puja eterna. Que no tiene vuelta atrás. Actuemos como meteoritos darwinianos.

Me encanta y sorprende ver las diferencias que hay entre el pensamiento de hace diez o quince años y el de ahora. La generación de mi hermano lo vivió transicionalmente, pero ya la mía (pónganle el nombre que quieran, las etiquetan no valen nada) dijo "no, pará, el mundo no es así, es asá" y todo se empezó a resquebrajar. Todo se pone en duda, todo se cuestiona, todo, ABSOLUTAMENTE TODO es líquido, como decía Bauman.
No hay compromisos fuertes, no hay instituciones firmes, no hay una seguridad de que el futuro nos encontrará unid@s o separad@s. ¿Y qué?

Incluso las personas (la mayoría de las veces, hombres) con una muy sustentada posición económica o social son cuestionad@s porque puede que su imagen no sea real, que detrás de la máscara exista una persona amoral, vergonzosa en sus gustos personales, abominablemente parafílico.
Esto lo digo principalmente por los casos de Harvey Weinstein y Dan Schneider (¿hacía falta que fueran los dos de la cole? Qué ejemplos de mierda que estamos dando al mundo), dos enormes figuras de peso dentro de la creación de contenidos estadounidense y, por lo tanto, mundial. Ambos resultaron ser personas cuya capacidad de empatía es cercana a nula y tuvieron incidentes sexuales despreciables, aunque hasta hace no mucho eran aceptados socialmente porque "nah, deben decir eso porque se pelearon con él"; "¿Él? No, no puede ser"; "¿Pero por qué dijo eso? ¿Quién es esa minita?"; y otras frases que antes eran moneda corriente y de ahora en adelante, por suerte, son condenables.

Reitero lo que dije de que todo se pone en duda, pero porque merece ponerse en duda. Es NECESARIO que así sea. Y ahora que hay una importante puja femenina, los hombres tenemos que exigir la reeducación de nuestros congéneres. No sirve de nada ponerse una etiqueta que diga "antipatriarcal", "feminista", "deconstruído" si no hacés un carajo para cambiar la situación.
Yo voy a la acción, aunque me pegue/n palazos en el medio.

Por eso escribo esto. Porque puedo y porque debo. Hace unos días me hicieron un gesto de corazón por usar lenguaje inclusivo en una clase y el otro día también me lo agradecieron; algo positivo debe tener para ellas (aunque no estoy del todo de acuerdo con algunas nuevas palabras inclusivas porque me parecen demasiado excesivas).

¿Por qué lo hago? Porque lo siento así. No puedo obligar a nadie a sentirme como me siento y sé que las experiencias NO se comparten, pero puedo poner mi granito de arena para que se forme el castillo.
¿Puede un hombre ponerse en el lugar de una mujer? No. Jamás. Ni soñando. Es importante aclarar eso, aunque parezca algo tan obvio. Yo no le puedo decir a una amiga "uy, sí, sé cómo te sentís", porque le estaría mintiendo descarademente. No tengo ni la más remota idea de lo que se siente ser mujer (enfatizado por lo que escribí hace unos meses, en el subtítulo de Mafalda, a lo cual sumo la frase de Tri-Line que dice "no hay nada peor que te digan cómo sentir algo que no pueden sentir"). A lo sumo le puedo decir "a mí me pasó algo parecido" (aunque nunca va a ser igual a lo que le haya sucedido a ella) o "ESTOY PARA LO QUE NECESITES", que tiene un poco más de coherencia.
[Una amiga tucumana me dijo una vez antes del #meToo: "no podés saber lo que se siente ser mujer hasta que no salgas a la calle con un top, unos tacos altos, minifalda y una toallita puesta".]

Esto me lleva directamente al otro tema relacionado: la libertad de goce sexual que se vivencia hoy en día. Acá quiero, gracias a la visibilización de situaciones por parte de esta ola del feminismo, poner en duda la verdadera libertad en la satisfacción sexual que sintió la mujer heterosexual en general hasta la fecha (-"uy, en el quilombo que te vas a meter por decir esto". -¡Calla, voz de Juicio!). A lo que me refiero es en el planteo de que en la cuestión sexual el hombre parece que siempre tuvo una ventaja en el goce y en la conducta. No hablo de elegir con quién acostarse, eso por suerte fue una gran conquista de la libertad sexual de los ´60, aunque no está de más decir la frase babasónica "¿Qué parte de NO no entendés?", sino del completo disfrute del acto sexual. "¿De dónde sacaste esta teoría?" Del hecho de que NO ES HABITUAL que el hombre espere a la mujer al momento del climax, lo cual recién hoy en día tengo conciencia total; antes no era algo que me pareciera tan obvio o notorio.
Es triste saber que muchas mujeres no tienen este dato, ni saben que pueden acabar. Mejor dicho, es patética la falta de Educación Sexual (y eso que pasaron DOCE años de la implementación INTEGRAL Y TRANSVERSAL de la ley en las escuelas).
¿Hay libertad en la satisfacción sexual en las mujeres? Dejo picando la pregunta. Chicas y señoras: contéstenme si quieren.

Si hablo de sexo no puedo dejar de nombrar a la Faraona. Es como una Fara-señal. Amo a esta personalidad mediática, me parece fantástico como "personaje" que expresa la realidad de la comunidad gay sin tapujos, aunque a veces creo demasiada excesiva la ventilación de sus intimidades. Me parece que trata, directa o indirectamente, de desestigmatizar a su grupo de pertenencia (lo digo partiendo de sus videos sobre Grindr) y de naturalizar su vida homosexual porque ES-ALGO-NATURAL, no es una elección o algo contagioso, como mucha gente adulta e imbécil todavía piensa.
¿Qué relación tiene esto con las mujeres? Me parece pertinente hablar sobre el papel que el varón tiene hoy en día PERO marcando la clarísima diferencia entre la comunidad LGBT+ y los heterosexuales. Tengo la creencia de que las personas nacidas como varones pertenecientes a la comunidad LGBT+ están en una especie de "zona gris" para hablar de mujeres (sino él no diría #puta u otras cuestiones mucho más fuertes). No veo esto como algo negativo, pero me gusta poner en papel esta libertad de explicitud de conducta de las personas de género femenino, lo cual sería tomado como un insulto y una degeneración si lo mismo del mismo modo lo dijera un varón heterosexual.
HOY es un pecado hablar de las relaciones sentimentales o sexuales que se han tenido con mujeres. Perdón que lo diga así y me arriesgue a comerme otro garrón, pero la patada en la nuca que me dieron por mi posteo del 28/02/17 es difícil de olvidar. Bajo ningún punto de vista tuve malas intenciones (creo que ya lo dije como cien veces esto), pero mi inocencia del momento histórico que se está viviendo y mi falta de tapujos fueron una combinación explosiva. No me di cuenta que estaba haciendo algo tan nocivo para algunas personas y que se podía malinterpretar de tal manera. Y soy hombre blanco heterosexual, esa variable no la tenía en cuenta. Si hubiera sido un hombre blanco homosexual, contando mis relaciones sexuales con otros hombres, como explicita la Faraona tan abiertamente, la respuesta hubiera sido otra. ¿Por qué sucede esto? Perdón, pero no tengo las facultades para explicarlo.
Sobre esto, reitero que no estoy para nada de acuerdo con las denuncias vía redes sociales, pero yo no decido eso así que no puedo hablar tampoco. Cada cual es libre de hacer lo que quiere, lo que sugiero antes es tratar de buscar un punto de diálogo o algún tipo de respuesta más creativa, que pueda llevar a una reflexión por parte de la persona que realizó la acción considerada nociva (NO, NO DEFIENDO VIOLADORES, NI SE LES OCURRA PENSARLO; es mi trabajo tratar de buscar una solución por medio de la cual las personas entiendan lo que hacen, sino no se va a modificar su conducta ni será un ejemplo para nadie).


Hoy se vive una época de guerra, donde el poder y la unidad de la mujer tienen más fuerza que nunca. Eso no es ninguna novedad, pero se ve el conflicto imperante entre lo que fue y lo que será. Por un lado tengo amigas muy contentas con su inserción en grupos sociales sólo de mujeres en los cuales pueden hablar de todo lo que les pasa y buscarse apoyo y cuidado mutuo (¿la definición de sororidad?), pero por otro todavía tengo otras amigas que son acosadas por hombres ridículamente tontos que se niegan a madurar, como así también presencio casos de chicas que no se sienten cómodas con otras mujeres porque todavía persiste la idea patriarcal de envidiar o desconfiar de la otra sólo por ser mujer.
Internet abrió las puertas al diálogo indiscriminado y a la expresión sin filtros, pero todavía falta aprender a moderarse. No es la misma época que narran Aristófanes, Sófocles, Eurípides o en tono más burlesco Plauto con sus obras de teatro (recomiendo las relecturas de Lisístrata, Antígona, Medea o Las Báquides, respectivamente), pero su influencia está ahí. Como también existen Silvina y Victoria Ocampo, Tita Merello, Simone de Beauvoir, Mary Wollstonecraft, Judith Butler, Rosa de Luxemburgo, etc, como ejemplo de heroínas reales.
Puntualizando un poco, puedo hacer un paralelismo con la fuerza de Lisístrata y de su coro de mujeres, en parte de la obra, ya que considero que es la obra que más se aproxima a lo que se vive hoy en día por parte de la actitud que toma la protagonista. Sería muy osado pensar que es una obra vanguardista, ya que pasaron casi 2450 años desde su estreno. Quiero creer que es un clásico.

Si nombro el arte, aclaro que no voy a hablar de las películas de sólo hombres transformadas en versiones femeninas porque me parecen insultantes y un manotazo de ahogado de Hollywood de decir "el reinado de Harvey Weinstein ya terminó"; yo no les creo ni medio. También lo usan como medio para lucrar y no involucrarse con un tema político sumamente serio, como pasó cuando empezaron a "auspiciar" y comercializar las marchas del orgullo LGBT+.


Nos estamos alejando del mundo del Mono Mario y del Bananero, para adentrarnos en la sociedad que proponen Pussy Riot y Mafalda (la banda, no la niña). Salimos de Lo Que Ellas Quieren, para pasar a denunciar lo que les pasa a las Mujeres Asesinas (que, dicho sea el paso, casi todas las mujeres que protagonizaron un capítulo de esa serie ya recuperaron la libertad). Matamos a Johnny Bravo (recomiendo el capítulo donde lo convierten en mujer) y vivimos el capítulo de la Venus de Milo de jalea (mírenlo de nuevo hoy en día, está bueno para debatir). Hay ciertas cuestiones europeas que yo pongo en duda como la exigencia hacia los varones de orinar sentados, no ver pornografía donde se objetivice a la mujer o pedir permiso escrito para tener relaciones sexuales (¿adiós a lo impredecible en la conducta humana?), pero el camino por el que va la sociedad es mucho más positivo para tod@s que el panorama que se veía hace veinte o diez años.

Quedan todavía muchas luchas desde las marchas, los cambios en las leyes, la enseñanza por igual de los distintos tipos de lógica en la escuela (exijo mayor educación utilizando juegos de mesa, como puntapié para lograr resultados positivos en cuanto a la igualdad de géneros), la mayor visibilidad de situaciones injustas, mayor visibilidad de logros deportivos femeninos y otros puntos que en este momento no se me vienen a la cabeza porque no los vivo.

Voy a terminar con una especie de manifiesto dirigido a los hombres patriarcales que espero se extienda algún día más allá de esta página virtual:

Si no te gusta que te critiquen, intentá ponerte en su lugar.
Si no te gusta que griten, dejalas tener derechos de igualdad.
Si no te gusta que te digan que te tenés que deconstruir, mudate a otra sociedad más cerrada.
Si no te gusta que pinten las paredes, dejalas manifestarse oralmente.
Si no te gusta que hagan marchas, dejá de matarlas o de usarlas como un objeto sexual.
Si no te gusta que se manifiesten en tetas, dejalas amamantar públicamente y mostrarse igual que vos en las playas o la vía pública.
Si no te gusta que te digan que hoy no quieren coger con vos, reelaborá tu sexulidad.
Si no te gusta que luchen por el aborto, enseñá PRIMERO una digna educación sexual.
Si no te gusta que usen pañuelos verdes, ENTENDÉ QUE EL ABORTO TIENE QUE SER SEGURO, LEGAL Y GRATUITO.
Si no te gusta que se amen entre sí, es porque no entendés que el amor no conoce barreras.
Si no te gustan los conceptos de sororidad, empoderamiento femenino o liberación femenina, intentá ponerte en su lugar y los vas a entender.
Si no te gusta que se mueran, DEJALAS VIVIR EN PAZ.

Enséñale tus dientes, mujer.