01-18/09 = Me quedé con ganas de seguir escribiendo sobre la manera de trabajo en escuelas especiales y como es mi blog, es lo que voy a hacer a continuación. Esta semana justamente estamos disfrutando de una seguidilla de eventos relacionados al día del maestro (¿o debería decir "de la maestra", considerando que son mayoría?) que sacan a relucir nuestra parte más lúdica, aprovechándonos que damos clase a adolescentes con alma, y a veces mente, de niñxs. Cada día de la semana (a partir del martes) hubo distintas consignas para lxs docentes y directivas para ir a la institución, lo cual hace que ir a la escuela sea sumamente divertido. El martes la idea era llevar algo para comer/beber que empezara con la primera letra de tu nombre (Ades-Alfajores, Bizcochos, Café, Doritos, etcétera) lo cual salió genial. El miércoles la consigna era "ir vestidx con tu mejor ropa de dormir". El jueves "ir a la escuela con tu peinado o peluca más estrafalaria" y el viernes fue "día de sombreros", sumado a un hermoso agasajo a cargo de la directora, la secretaria y el mejor celador del colegio. Esto que puede resultar anecdótico muestra qué es lo que pasa y cómo podemos romper un poquito las reglas establecidas para disfrutar más del espacio de enseñanza-aprendizaje. Es NECESARIO que existan estos alivios, este pequeño relajo dentro de tanta tensión que podemos llegar a tener por interiorizarnos en las vidas de personas cuyos derechos están siendo vulnerados una y otra vez, con una completa invisibilización por parte de la sociedad y con lo complicado que puede ser vivir con X discapacidad. Como lo dije ayer en el curso de ESI: es una militancia trabajar en estas escuelas y es un compromiso que se asume con ganas.
Se preguntarán cómo se trabaja en escuelas especiales. En estos lugares, más allá de la precarización que existe porque no hay demasiados recursos puestos para el beneficio de las personas con discapacidad (PCD) o quienes trabajamos con ellxs, se intenta que tengan un espacio en el cual puedan aprender de la mejor manera posible. En las escuelas primarias especiales no se ven a simple vista demasiadas diferencias con las escuelas comunes, salvo por el espacio que suele existir de "psicomotricidad", por las rampas de accesibilidad o porque llevan un ritmo mucho más pausado de aprendizaje, para darles la oportunidad de adquirir conocimientos cada cual a su ritmo, analizando sus procesos y retrocesos (que suelen ser MUCHO más frecuentes que los de las escuelas comunes). Existe una maestra para cada grado, que va acompañando la trayectoria de cada alumnx, al igual que en las primarias comunes. Lo que sí, es imperioso que esa maestra haya estudiado la carrera de Educación Especial y tenga reuniones frecuentes con el personal del equipo psico-pedagógico para saber cómo y qué abordar en cada caso y cada grupo en particular.
26/09 = Coincidentemente con la fecha que celebra mi nacimiento me parece adecuado hablar de qué se hace cuando alguien cumple años en una de estas escuelas. Al ser instituciones más chicas, puede existir un sentido mayor de pertenencia y de familiaridad (de hecho es algo que se busca de manera implícita todo el tiempo, tanto uno como el otro objetivo). Si es un/x docente o directiva quien cumple, se suele traer algo para comer en grupo y celebrarlo en el recreo con colegas, mientras alguien más cuida al alumnado. Si es un/x estudiante quien cumplió otra vuelta al Sol, puede existir la posibilidad de que se le cante el feliz cumpleaños en el momento de reunión de toda la escuela o se le haga una celebración más discreta en el aula con sus compañerxs. Lejos de ser "una pérdida de tiempo" como alguna persona más tradicionalista podría considerar, este tipo de celebraciones les/nos une al grupo humano que tienen/tenemos que ver a diario por los próximos años, siendo que la escuela en este caso no sólo es un lugar para aprender conocimientos académicos sino un sitio en el cual puedan sentirse cómodxs de ser quienes quieran ser y donde no les van a discriminar por su forma de ser o por su condición. Existen casos (demasiado frecuentes para mi gusto) en que el festejo del cumpleaños en la escuela es el único que tienen, dado que en sus casas existe una falta de estructura tan grande que un ritual tan ampliamente reconocido no es considerado, llevando a la persona que debería estar celebrando un momento tan bello a una sensación de tristeza que luego se traslada a su vida cotidiana (pueden imaginarse a lo que me refiero). Por eso estamos OBLIGADXS a ver un poco más allá de lo que se muestra en la superficie e investigar más a fondo quién es cada persona que tenemos en frente. Hablar con colegas para construir el conocimiento en conjunto ES CLAVE en las EscEsp.
Puede haber casos, al igual que pasa en las EscCom en que se vea que se logran objetivos con cierto grupo o con personas en particular, en cuanto a los conceptos de enseñanza-aprendizaje, pero que luego de un cierto tiempo haya un retroceso. Esto puede ser frustrante, incómodo quizás, pero es parte de la docencia. La diferencia con las EscEsp es que los retrocesos son mucho más frecuentes o te encontrás con situaciones que te sorprenden y te obligan a reestructurar todo lo que pensabas, incluso de la vida misma. [No se dan una idea de la cantidad inmensa de abusos sexuales o violencias intrafamiliares que viven las PCD. Es aberrante y no tiene absolutamente nada que ver con su condición mental, sino al contrario, se trata de personas perversas y crueles que se aprovechan de la debilidad e indefensión de las PCD para aprovecharse de ellxs o restringirles la posibilidad de crecer correctamente.]
Como complementario de algunas discapacidades pueden ser la falta de aprehensión de conocimiento, la abulia, la dislexia o acalculia, degeneraciones motoras, agresividad, falta absoluta de empatía, entre otras condiciones que te podés encontrar a diario. Quienes hicieron la formación en discapacidad tienen una ventaja muy grande, porque tienen más herramientas para saber cómo trabajar con estas personas, pero quienes nos formamos en EscCom tenemos que aprender todo con ayuda de colegas, directivas y mucha paciencia.
Hablando de paciencia debo confesar algo más personal. Trabajando en EscEsp fui curtiendo de a poco una manera de aproximarme al alumnado que tiene que ver con la comprensión y el estoicismo más calmo, intentando comprender al máximo el por qué y cómo de la vida de cada estudiante, haciendo mi mejor esfuerzo por descubrir cómo y qué enseñarles (un ensayo y error diario, pero más metódico en este caso). Este es un proceso constante que me pone a prueba todo el tiempo y me obliga a cuestionar cuáles son mis propósitos como docente y educador de adolescentes. ¿Les doy clase para que se vuelvan más "normales"? ¿Recordarán lo que hacen en la escuela en el futuro? ¿Les sirve para algo todo lo que les doy? ¿Busco que se adapten al medio que les rodea o que puedan expresar quiénes son y enseñen al resto a respetarles? ¿Les enseño implícitamente sobre sus derechos? Estas y más preguntas son las que dan vuelta por mi cabeza cada vez que pienso una planificación o me toca trabajar con cada grupo. Por suerte más allá de lo que les pase y sus condiciones, al igual que cualquier otro conjunto de personas, cuanto más les conozcas, más fácil será trabajar con (y para) ellxs. En resumen les tengo muchísima más paciencia y "piedad" si se quiere que a otro tipo de alumnado, ya que en las EscCom puedo ser un poco más contundente con mis respuestas hacia lxs discentes para marcar un límite (sobre todo cuando me toca dar en los 1°s años de secundario).
Comparando la forma de enseñanza de las EscEsp con la EscCom en referencia al teatro propiamente dicho, principalmente lo que cambia desde mi tarea es que con las EscEsp trabajo más la adaptación, el juego teatral desde una perspectiva lúdica, la capacidad de expresión, la superación personal, estimulo su capacidad de animarse a mostrarse frente a su grupo de pares y frente a otrxs (si se dan las condiciones), y sobre todo las risas. Que sepan que es un lugar donde se les verá y valorará por quienes son y no por sus falencias.
En las EscCom trabajo también el juego teatral (al menos en 1er año), la osadía, el trabajo en grupos y el disfrute, pero tengo otras posibilidades, siendo que mi estilo como docente se basa mucho en el pensamiento crítico y la oportunidad de darle palabra a quienes no se animan a hablar en otros ámbitos. La discriminación y la identidad personal y grupal suelen estar incluidos de igual manera en mis planificaciones. También les recomiendo lecturas y les insisto cada vez que puedo a que vean ciertas películas, series o canciones que tienen relación con lo que vemos en clase, o que vayan a ver teatro, cuestión que por lo general tienen más complicada las familias de PCD.
02/10 = Cómo lo hago es más bien lo que hace tan artesanal a la tarea de enseñar. Intento conocer lo mejor que puedo a cada grupo y comprender la forma de abordar cada tema, siendo que me gusta darles la oportunidad de que venga desde ellxs cada vez que se puede (lo cual suele ser más difícil con PCD).
Existe muchísimo prejuicio por las PCD y cómo son vistas socialmente, siendo que hace no mucho tiempo se les veía como parásitos, no como personas. Poco a poco van conquistando más derechos y consiguiendo que se les valore por quienes son y por todo lo que pueden aportar desde su lugar (doy el ejemplo de que si a muchas de las PCD que tienen un pensamiento MUY estructurado les das una tarea rutinaria y repetitiva en un trabajo, la harían con mucho gusto, en lugar de quejarse, como le puede pasar a una persona común y corriente).
Tanto es así que no sé si podría nombrar demasiados programas, películas y series que hablen o que traten a PCD con normalidad, sin los señalamientos obvios y estereotípicos. Incluso me animaría a decir que más allá del absurdo de sus críticas South Park es la serie animada más inclusiva que he visto en mi vida, siendo que allí aparecen en un rol secundario todo tipo de PCD siendo niñxs y participando con normalidad con su grupo de pares.
Ahora que lo pienso no sólo las PCD son muy mal vistas a nivel socio-laboral, sino toda la salud mental en general está demasiado estigmatizada. Por suerte la pandemia desnudó las falencias que existen en nosotrxs sobre este tema y cómo realmente hay que prestarle atención a lo que nos pasa por las mentes.
Teniendo en cuenta que sigo trabajando también con mi paciente como Acompañante Terapéutico puedo ahondar en cómo se trabaja en Salud Mental y ver lo lamentable que es. Todavía falta para que quienes trabajamos en Salud Mental nos consideren y nos paguen como debe ser, siendo que nos dedicamos lisa y llanamente a salvar vidas o mejorar las condiciones de vida de las personas todo lo posible. Por ahora estamos en la más absoluta de las precarizaciones y la falta de empatía por parte de la sociedad.
Bien, escribí un montón y en partes porque tuve un Septiembre bastante agitado. Se me viene una ligera calma por un mes (creo) y después vendrá fin de año que nos corre como un caballo en celo y el mundial a la vuelta de la esquina.