martes, 25 de abril de 2023

El tiempo SÍ tiene importancia

 El Capitalismo está dinamitando nuestra amistad. ¿Te acordás cuando nos juntábamos a debatir, a joder, a planear cómo cambiar el mundo? Esos días parecen tan lejanos y distantes... como la tranquilidad de saber que teníamos tiempo para charlar, tomar té, relajarnos y dejarnos llevar porque la conversación no acabara nunca (incluso pelearnos podía ser una actividad positiva). Pero ahora el tiempo no alcanza para ir y venir; ni siquiera para vernos adecuadamente. Y sobre esa pena pesa ver la billetera vacía y rebosante de mariposas engendradas en la soledad del cuero o plástico replegado.
Echo de menos los silencios cómplices, las angustias compartidas para sanar, para construir juntxs esa ilusión de futuro imperfecto, idílico en la sombras, explotando nuestro potencial como organizadores de una sociedad más justa y más tendiente a ver a la otra persona como un/x igual, relativizando nuestras diferencias, tomando el juego y el debate como partes esenciales de la educación que vimos en un futuro, allá dentro de unos años.
Extraño la intensidad de nuestras críticas, la pasión que inevitablemente le ponemos a lo que queremos, a lo que disfrutamos.
Nos vimos obligadxs a dejar en un recuerdo parcial esa sensación placentera. Tenemos que hacernos cargo de muchas responsabilidades que nos obligan a no-vernos, y a utilizar SUS recursos (muy a mi pesar) para comunicarnos. Digitalizar nuestras charlas, plantearlas desde las posibilidades que nos ofrecen las tecnologías relacionadas al internet, viéndolo como un beneficio cuando en realidad siento que nos aleja por momentos (sí, sé que lo estoy analizando desde una visión pesimista, pero me duelen los desencuentros físicos).
Por otro lado nos volvemos un engranaje más de la Máquina, que conspira contra nuestro bienestar individual y colectivo. Las juntadas nos ahondan para reflexionar-nos, pero ahora no abundan como deberían aparecer. Son sólo fugacidades que se evanescen en un resplandor.
Sé que es un pequeño instante en lo histórico lo que estoy relatando y que quizás mis palabras queden en la nada, pero documento los hechos que llevan a pensar grandes procesos. Que permitieron juntarnos entre tantos algoritmos sueltos, que nos mostraron del mismo lado de la mecha, compartiendo indignaciones consecuentemente educativas, propuestas rojas y negras envueltas en familiaridad y canciones de sangre combativa.
Reitero una y otra vez con diferentes frases un mismo corazón, aquel que se muestra desenmascarado cuando saben corresponderlo con latidos semejantes. Peleando en marchas, grupos humanos y en aulas.
Volveremos a sonreírnos despiadadamente en asados, juntadas íntimas y colectivas, teatros y protestas, luchando por tener nuestros momentos y espacios para cranear en conjunto aquello que anda revuelto a nuestro alrededor, resolviendo dilemas que se aparecen ante nosotrxs, como ideas inmortales que buscan quién las plasme en papel. O en alguna realidad.

Dicen que lxs anarquistas somos peligrosxs y tienen razón. Porque amamos juntarnos, amamos debatir, amamos imaginar. Hacemos una apología directa de lo que no es considerado por el Sistema. Damos herramientas a quienes lo necesitan para enfrentarse contra el Poder (o al menos entenderlo mejor) y nos enriquecemos con aquello que se nos comunica del otro lado. Vamos a la par, unidxs, queriendo crear un mundo nuevo, donde las fronteras ya no existan y se puedan llevar adelante proyectos de creación y organización colectiva, sin jerarquías innecesarias y con una real comprensión de lo que se tiene y lo que se hace.
Saben que necesitamos de tiempo porque los procesos de creación colectiva pueden tomar años o incluso décadas. Por eso nos separan con distancias, ocupaciones y un trinitrotolueno de preocupaciones que no merecemos tener. Por eso encontrar un huequito en nuestras agendas para vernos es parte de nuestra rebelión, de nuestra unidad de combate. Porque dos amigxs unidxs jamás serán vencidxs, la lucha de la mano es dos veces lucha, la revolución empieza en nuestras cabezas, sigue en nuestras acciones y termina en SU futuro, y la sociedad del malestar es para todxs lxs docentes por igual.

El Capitalismo habrá acaparado ahora nuestro tiempo. Pero nosotrxs somos lxs dueñxs del Reloj.
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"En la adultez el tiempo es una elección."