domingo, 2 de septiembre de 2018

Creo firmemente en la reencarnación y en mi próxima vida seré una hamburguesa con queso

Este va a ser un posteo corto, el Trabajo Final de la Especialización en Psicología Adolescente con mención en Educación que estoy haciendo (a quien cariñosamente llamo "tesis") me consume mucho tiempo y energía vital, aparte de tener una fecha tope de entrega.

En el día de ayer tuve un par de eventos en los cuales pude reflexionar sobre distintas conductas que tengo, no necesariamente negativas. Al estar tanto tiempo encerrado escribiendo, las reuniones sociales me suelen originar el efecto inverso que al resto de las personas y me ayudan a recapacitar sobre mí mismo. Es inevitable: soy un ser humano.

Entre eso y mi uso fantasma de Tinder, que me demuestran que el fin del mundo se acerca a pasos agigantados, veo que lo que antes se establecía como "contacto" físico o humano, hoy en día es un poco distinto. Hay que mantener un equilibrio entre lo que se dice en las redes sociales virtuales y lo que se hace en las reuniones sociales reales: hay que tener una postura concreta sobre X posición politica, sobre futbol y sobre la religión. Porque sino, la gente te puede estigmatizar socialmente (en la web o "en la realidad") y quedás afuera del Sistema; sea ese el Sistema de hacer amig@s, el Sistema de salir de joda, el Sistema de juntarte con gente a comer, beber, escaparte de la rutina, etc.
Por suerte vivo en un país donde lo sagrado no sé si alguna vez existió o si le dieron pelota. La palabra "tabú" en Argentina no se entiende muy bien y se espera que cada cual diga una opinión sobre lo que le parezca (somos grandes opinólog@s profesionales) aunque con muuucha moderación porque ¿cómo se te ocurre decir eso de ese colectivo de personas? ¿No te das cuenta que el status quo dice que eso no se puede decir? Y yo acá me-ando con mi intento de literatura incendiaria. ¿A vos te parece? Hijo recontra legítimo de una especialista en grabado, es inevitable que por mi torrente sanguineo corran las aguafuertes volátiles. Soy así, lo quiera admitir o no.
Ya no me sorprende en absoluto que MUCHA gente no quiera hablarme por algún comentario u opinión que publiqué en este formato, y que malinterpretaron lo que escribí o ni siquiera se tomaron el tiempo de preguntarme el porqué de lo que puse; buscar diálogo a veces es una ilíada.
Todo lo que nos rodea a nivel cultural atenta en contra de la empatía, la paciencia, el cariño y la apertura de sentimientos profundos. Para eso estoy yo: para "denunciar los males de la verdad y el amor" y volar todo a la mierda.
No busco que mi voz sea LA VOZ de la generación, porque para eso están l@s Youtubers, Instagramers y demás nombres de ídol@s contemporáne@s. Lo mío es un poco más sutil. "Dime de qué hablas y te diré a lo que me opongo", cosa adolescente si habrá, y tendencia tan poco amigable, pero no sé si me identifica tanto hoy en día. Sí, claramente, como mi vieja ya se dio cuenta hace rato, soy un fanático de todo lo que escape a la norma establecida, todo lo que la sociedad común y corriente vea como "raro". Por eso no estoy debajo del cenital hoy en día, porque sólo se proyecta mi sombra o estoy simplemente tras bambalinas. Yo enseño, educo, observo, investigo, ME EQUIVOCO, piso en falso, caigo, tropiezo, exhibo, busco bruscamente, soy torpe, divago, trato de manejar mis ansiedades, doy clase, escribo, actúo (de vez en cuando, menos de lo que realmente quisiera) y me planteo una sociedad nueva, con esa manía esquizoide que nos caracteriza a l@s que no estamos adentro de los planes de la sociedad.
Si este estilo de vida que llevo, entre la escritura, la investigación, la docencia y los sueños no me permite tener relaciones sexo-sentimentales con alguna chica que quiera compartir conmigo un momento de intimidad, es porque así debe ser. Pero siempre hay "un roto para un descocido" y, definitivamente, busco otra shleper que me quiera y me valore con mis ideas enmarañadas y pelo desalineado pero libre. Ella aparece ahí, en mis relatos oníricos, es parte de esa fantasía que intento trazar donde estoy charlando con ella o teniendo relaciones sexuales, ambas regocijándome y dejándome llevar. Pero despierto. Me veo solo en esta cama de dos plazas que me parte los hombros porque no estás y porque la incomodidad a veces... es incómoda. Esa fantasía está viva cuando me voy y descansa cuando tengo que hacerme cargo de mis responsabilidades. Me espera, siempre ahí, dormida, junto a las leyes que dicen que no puede haber un paralelismo entre lo que se sueña y lo que se vive, porque eso trasciende los límites de la normalidad y es considerado "locura". Pero alguna vez fui un loco que se dejó llevar por un sueño que se materializó quién sabe cómo en una persona que no quiero olvidar. Quien alguna vez me hizo una nota que tengo pegada en mi pared y leo todos los días. Ella sabe que tenemos la cuenta pendiente de volvernos a ver, pero es feliz, ya no me necesita (si es que alguna vez le fui necesario en su vida).
-Yaaaaa, dejá de hablar. Se suponía que iba a ser corto esto, no?
No sé, quiero escribirle y amarla y sentirla y tocarla, pero no está. No, no hablo de la que ya conocí, hablo de la que no sé si existe pero tal vez sí. Hablo de la que me va a reconocer cuando me vuelva hamburguesa o mariposa o conejo. Y la que me entienda cuando le diga: "el mundo me necesita, tengo que ir a ayudarlo".

Ahora sí la termino acá. Parece que las personas lectoras de hoy en día no aguantan mucho más de lectura. Maldito deficit atencional causado por la sobreinformación constante.
Tengo pendiente otro posteo largo de futbol, que espero hacer antes de fin de año. Y no sé, díganme ustedes de qué les gustaría que hable.
Buenas noches.

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