miércoles, 25 de enero de 2023

No le dijo nada

Hablemos de consentimiento.
Estamos en Enero, tiempo en el que se puede hacer un balance de lo que pasó el año pasado y lo que vendrá, añadiendo que quienes tenemos la suerte de estar de vacaciones podemos reflexionar sobre más temas que nos atañen como personas.
Uno de esos temas está relacionado con lo que estudié el año pasado en el curso de formación de ESI, en el que (más allá de lo bueno y malo del curso en sí) pude profundizar sobre lo que me pasa como persona y en relación a lxs demás (claramente que hacer este taller con mi pareja sumó ingredientes para poner sobre la balanza). Y entenderme mejor como persona, desnudar mis fragilidades, mis miedos, mi amor hacia lo que creo correcto, pero también comprender que me equivoco todos los días y que hacerlo es parte de crecer. Desandar caminos por los que me moví una y mil veces y revisar qué podría haber cambiado para que las personas a mi alrededor pudieran estar mejor.
Y creo que uno de los temas más sensibles que trabajé fue el de consentimiento. ¿De qué se trata esto?
Voy a poner una definición que encontré que me gustó mucho: "Es una decisión LIBRE Y CONCIENTE para relacionarte de manera física, afectiva y/o emocional con otra/s persona/s". (Video Emma y yo de YT: https://www.youtube.com/watch?v=qqDSvDd9PpU). También es altamente recomendable el "video del té" que habla del tema de una manera excelente: https://www.youtube.com/watch?v=BuuyajcjFC4&t=2s.
Seguramente mucha gente que está leyendo esto lo estará relacionando sólo con las relaciones sexuales entre dos personas, lo cual es correcto y de hecho me parece que es sumamente necesario que constantemente se hable del tema para evitar pisotear los derechos de las personas, sobre todo en el caso de las mujeres. Revisar esta definición periódicamente en cualquier ámbito, con cualquier grupo de personas y comprendiéndolo a fondo debería ser tan habitual como ir al médico o hacer ejercicio.
En este caso no voy a hablar específicamente de esto ya que no es el punto de este posteo. Voy a hablar del consentimiento entre amistades o intrafamiliar, ese que por ahora sigue siendo ninguneado en muchos ámbitos.
Consentir no sólo es acordar besarte o tener sexo con alguien, sino que no vulneren tus derechos y decisiones como ser humano. Es no permitir que expongan quién sos en un medio público sólo porque la otra persona se le ocurre. Es decidir libremente qué comentarios podés aceptar sobre tu persona y explicar que es tu decisión permitir o prohibir que te digan algo y que esa decisión DEBE respetarse. Es hacerte escuchar sobre qué querés que se diga de vos y bajo qué circunstancias. Es que no pisoteen tus tiempos o tus espacios sólo porque la otra persona cree que puede hacerlo.
Voy a desglosar un poco: claramente que todos estos conceptos, a pesar de ser específicos, pueden tener otros significados dependiendo el tema o grupo social del que se hable, y qué tanto irrumpe qué tecnología sobre eso.
Quiero dar varios ejemplos para que se revisen algunas actitudes que tenemos como sociedad que me parece que podrían mejorarse a futuro.

Redes sociales. Ya no podemos pensar nuestra existencia posmoderna afuera de las redes sociales. Son parte de nuestra vida, nos guste o no. Ya sea para comunicarse con alguien, para conocer sobre la vida de alguna persona o como herramienta de trabajo. Existen cláusulas y condiciones, que nadie lee por supuesto, en las que se entrega el poder de lo que se dice e imagen a las normas de la red social, siendo casi imposible quitar la información que alguien puso luego de ser publicada (salvo que infrinja las normas de esa empresa), por eso se debería tener un cuidado extremo cuando se publica algo, y no tomarlo como un diario íntimo. "Nadie resiste un archivo" se decía en épocas de televisión y ahora se puede demostrar fehacientemente por medio de las redes sociales. ¿Por qué? Porque la gente cambia, muta, aprende, se deconstruye, se desliga de algunos círculos y se une a otros...Y eso no debería ser condenable, porque nos hace humanos. Pero volviendo al tema principal del posteo, siendo tan peligrosa realmente la manipulación de datos en la web se debería consultar previamente antes de incluir a alguien en un posteo, ya sea hablando de esa persona como en una foto que le muestre. Sé que no es lo habitual y damos por sentado que la otra persona va a querer que se le etiquete o aparecer en un muro, historia o lo que sea, pero no siempre. Mejor preguntar. SOBRE TODO si se trata de menores de edad que no entienden hasta dónde puede proyectarse lo que se escribe o dice en las redes; tienen una privacidad y DEBE respetarse. 
Dentro de los estándares de internet casi todo es válido, sobre todo la sexualización de las personas y darle más visibilidad a las hegemonías y menos a las personas que no encajan dentro de los estándares binarios de Estados Unidos o China.

Decisiones y comentarios familiares. El tema anterior me da pie para hablar de lo que pasa dentro de las paredes del hogar. Supongamos que no sos de las personas que gustan de subir todo lo que hacés a las redes ni nadie cerca tuyo lo hace. Pero son personas que gustan de charlar e intercambiar opiniones sobre sus vidas, lo cual es natural en cualquier convivencia a largo plazo (más si se trata de familia). Ahora bien, ¿cómo se puede hacer para que tu voz valga y no te hieran con comentarios que, a veces, ni siquiera saben que te molestan? Voy a dar algunos ejemplos: te comprás pilcha nueva y pedís tu opinión a la gente de tu familia. En ese caso vos estás aceptando que otra persona comente sobre un objeto de indumentaria nuevo. Distinto es si otra persona te pregunta "¿estás más flacx/gordx?" reiteradas veces, haciéndote dudar de la estima que tenés por tu cuerpo, proyectando sus inseguridades en vos. Esto es demasiaaaaado frecuente en personas de otras generaciones que no fueron preparadas en ESI ni en entender qué es el consentimiento. ¿Hay manera de frenar estos comentarios hirientes? Por lo general sí, pero no siempre es fácil. Suele pasar que las personas tienen una manera de pensar muy esquemática que les quedó así de cuando eran chicxs, posiblemente arrastrando este desprecio hacia unx mismx de generaciones atrás, enmascarado en conductas misóginas, patriarcales o de una estructura social que ya no es aceptable en el siglo XXI. El diálogo pacífico suele ser un buen remedio para decirle a la persona que nos increpa: "ES MI CUERPO Y PUNTO, NO OPINES". Claro que hay que diferenciar en este caso específico la diferencia entre preocuparse de ver una persona que sube o baja de peso drásticamente o que se la ve más pálida que lo habitual, con comentarios que no tienen nada que ver con una cuestión de salud sino de estética.

_Hablando específicamente de menores de edad es PERVERSO ver cómo alguna persona adulta que busca tomar posesión de un/x infante le dice "saludá a la tía/el tío/la otra persona adulta que te quiere saludar" como si fuera una obligación. Señor/a: NO ES NO. Si NO quiere saludar, NO VA A SALUDAR. Es abusivo obligarle a exponerse frente a otra persona con la cual no tiene confianza sólo por un capricho adulto.

_Por otro lado, existe una tradición de muchas generaciones en familias judías o italianas sobre todo (aunque he visto casos en otras culturas) con relación a la comida. Está el viejo chiste que pregunta cuál es la diferencia entre una madre judía y una italiana y la diferencia radica en que la madre italiana dice "si no comés te mato" y la madre judía "si no comés me moiro". Bueno, ninguna de las dos está viendo a la otra persona como alguien que puede decidir sobre cuánto comer; se piensa por la otra persona, sin darle tiempo a reflexionar sobre si quiere o no seguir comiendo. Es incorrecto que te digan todo el tiempo COMÉ, COMÉ, COMÉ porque se está pasando por sobre la persona y es un tipo de conducta que debe corregirse, aunque se haga sin darse cuenta. Más todavía lo es si después esa persona opina sobre tu cuerpo. Es como que te empuja a obsesionarte sobre algo que debería ser natural, que es comer y cuidar tu cuerpo como vos quieras.

Opinión sobre el cuerpo del/la otrx. En el medio de ambos temas se encuentra el que se relaciona al cuerpo, justamente, porque es lo que siempre tenemos, es parte de lo que somos y es la conjunción de lo genético con lo cultural, siendo que gran parte de lo que se ve y lo que te pasa en el cuerpo (TODO el cuerpo: la mente, los órganos, la piel, el pelo, etcétera) tiene un alto componente hereditario y otra parte más pequeña se relaciona a tu personalidad y tus grupos sociales (leer a Bronfenbrenner para más información).
Entonces, ¿si gran parte de lo que se muestra, más allá de cómo lo decoremos estéticamente, viene de base, por qué hay gente con derecho a opinar? 

Así como están desapareciendo lentamente los comentarios LGBTfóbicos contra la gente no binaria y el tema del género está desapareciendo, espero que también se empiecen a extinguir los comentarios sobre los cuerpos en redes sociales, reuniones familiares y las escuelas (sobre todo si se tiene en cuenta que ahí se involucra a MENORES DE EDAD).

Acá termino el posteo. ¿Lo leerá alguien? Sólo el tiempo dirá. Pero cumple su función, que es ayudarme a descargar lo que pienso. Como hago desde hace ya 14 años. Guau, bastante.

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