viernes, 19 de junio de 2020

Matando en el nombre de...

Sentí la necesidad de volver a escribir por acá. Me parece que hay varios sucesos mundiales que lo ameritan y que me obligan a dar mi opinión al respecto.

Es por demás sabida la sobreexplotación mediática que hubo por el caso de George Floyd, asesinado por un procedimiento policial innecesario en Estados Unidos. Y otra vez este país, por su ego desmedido, se vuelve el foco de la atención mundial (qué raro, ¿no?). Al ser este hombre una persona afrodescendiente pareció "obvio" que era un acto racista y que lo mataron por ser negro. Esto desató una ENORME ola de protestas a nivel mundial que lo glorificaron como un mártir que fue perseguido y discriminado hasta la muerte. Por supuesto que este caso no fue investido de casualidades porque, más allá de la pandemia, las personas estaban necesitadas de volver a juntarse para protestar y también de desviar un poco la atención del más del millón de infectados en el ridículo sistema de salud de USA que oh casualidad se volvió el país con mayor cantidad de contagiados del virus.
No quiero decir que haya habido que desestimar la muerte de este hombre, porque sería hipócrita después de haber ido a una marcha en su honor, pero este deceso se convirtió en un fenómeno mediático más parecido a un circo que a lo que realmente sucede en la vida real. Es cierto que Estados Unidos es un país racista y que tiene un trato desigual con la población afro (aún habiendo tenido un presidente que pertenece a ese grupo), siendo este aproximadamente el 12,4% de la población (unas 37 millones y pico de personas) pero con una cantidad desproporcionada de personas de ese colectivo en conflicto con la ley penal, lo cual intuye que ese país no se siente cómodo con ell@s y l@s discrimina descaradamente DESDE SUS COMIENZOS. Y ahí está una de las cuestiones más llamativas por sus implicancias actuales: ya se sabía que USA es un país que rechaza a la población negra desde que fueron traídos como esclavos hace cuatro siglos. [Dicho sea el paso, me parece curioso el dato de que en EEUU se abolió la esclavitud en el año 1865, siendo uno de los últimos países en hacerlo, a diferencia de Sudamérica o Europa, que lo hizo más de cincuenta años antes en algunos casos.] Hollywood muestra esa segmentación racial, la industria musical también y todas las infamias que sufrieron y siguen sufriendo las personas afro en ese país no son ninguna novedad, como tampoco la peligrosidad que supone para ell@s el ser una minoría allí... como pasa con cualquier minoría en cualquier grupo humano, ya que nos cuesta por distintos motivos la aceptación de lo que no nos identifica y la adopción de culturas y costumbres distintas a las nuestras. Por eso el apoyo de la diversidad por una parte me parece una idea maravillosa pero por otra me parece un cuento: no se puede pedir un cambio radical de un día para el otro si no se está dispuesto a hacer que esas personas que se espera que cambien realicen una modificación estructural de su ideología para hacerlo. Y claramente que en algunos lugares eso NO VA A PASAR NUNCA, por mucho que lo intentemos. El miedo a las personas afrodescendientes en USA o Europa va a seguir siendo un estigma por muchos años, el odio hacia l@s judí@s siempre va a estar presente en todos los países de Medio Oriente (exceptuando Israel, por supuesto), la xenofobia invisible (¿o invisivilizada?) hacia países limítrofes con menores recursos económicos va a mantenerse presente en Sudamérica, el temor por expresar los sentimientos de manera explícita-social seguirá siendo chocante para los países asiáticos, las diferencias tribales a veces irreconciliables continuarán confrontando poblaciones africanas, andá a saber qué problemática social acecha a los países de Oceanía (me quedará pendiente averiguarlo cuando vaya para allá), y el clasismo y la diferencia POR COLOR DE PIEL van a seguir existiendo por una o dos generaciones más, si es que no empujamos un cambio desde todos los sectores a la vez.
Somos una especie racista y clasista y aún después de muchas generaciones y revoluciones pidiendo un cambio general, la cosmovisión racial sigue estando ahí. ¿Qué más hace falta cambiar para entender que todas las personas nacemos de igual manera y por lo tanto tenemos igualdad de derechos SIN IMPORTAR NUESTRA PROCEDENCIA, RELIGIÓN O COLOR DE PIEL?
Todo esto es parte de lo que somos porque somos seres humanos criados culturalmente con diferencias entre nosotr@s y todo se reduce a una cuestión de EDUCACIÓN, RESPETO Y TOLERANCIA, lo cual no siempre es bien recibido. Tampoco podemos pedir el mismo grado de entendimiento mutuo en culturas distintas porque estaríamos atentando contra la individualidad de pensamiento de las personas (digo esto porque a mí no me sorprende en absoluto, después de ciertos conocimientos de sociología y antropología, que los cambios tarden más en una parte del mundo que en otra). Por suerte existe el arte para no matarnos entre nosotr@s y por eso dedico mi vida a predicar los valores morales que tiene esta expresión, incluso ninguneada por el Sistema Educativo, que lo ve como un simple entretenimiento y "relajo" de las materias "más importantes". Díganle lo mismo a Tupac Shakur (admirado en África por todo lo que logró), a Ahmad Joudeh, a Saborido y Capusotto, a Hayao Miyazaki o a cualquier persona que use el arte como herramienta de crítica para destripar lo que la sociedad no se anima a decir, cual portavoces del inconsciente colectivo. Dejemos ese falso doble discurso de lado y entendamos que el arte (y por qué no el deporte también) es un arma de construcción masiva.

Me es inevitable comparar este caso y toda la repercusión que tuvo (y tiene) con lo que le sucedió al feminismo a fines del 2017 en adelante. También cómo un movimiento surgido en los Estados Unidos que, a pesar de que "the Empire will fall" como vaticinaba Ska-P en el 2008, sigue siendo el país más relevante por su influencia mediática internacional, te guste o no. No sé si esto es bueno o malo, teniendo en cuenta que hicieron una invasión cultural desde principios del Siglo XX que yo compararía con la invasión bélica que hizo su Tierra Madre sólo unos años antes, pero que pudieron suscitar que paises diametralmente opuestos desde el plano tanto económico como social o legislativo (como pueden ser países asiáticos o de Medio Oriente) empezaran a manifestar públicamente su sororidad y liberación femenina de los yugos culturales que las siguen oprimiendo al día de hoy.
Sería terrible que salga la misma derecha decrépita e irracional a defender lo indefendible y a tratar como "una moda" o un llamado de atención LA MUERTE Y OPRESIÓN que sienten colectivos históricamente ofendidos. Sí, la situación mejora un poquito cada vez, pero no es suficiente si la vida de las personas está en juego. Y el mundo no se puede cambiar desde Twitter sentado en tu casa tomando café. Hay que jugársela por lo que se siente y ponerle el pecho a la bala... a veces literalmente, como le sigue pasando a las personas trans, afrodescendientes, de pueblos originarios, de clase baja, o incluso a algunas mujeres al día de hoy.

En nuestro país la situación no es envidiable tampoco, siendo que "nuestros negros" son las personas de clase baja y las comunidades de pueblos originarios, que no dejan de tener conflictos con la policía TODOS LOS DÍAS, con maltratos, golpizas, amenazas, repudios, insultos, VIOLACIONES, ASESINATOS tapados bajo la alfombra, vejaciones, discriminación, odio, antipatía, burlas, estigmas y muchas consecuencias más que tiene un eterno libertinaje policial y corrupción por parte de las fuerzas de seguridad, llames como la llames. "¡Usted está para cuidarnos, no nos levante las manos!" Como también una justicia totalmente comprada para beneficiar a las personas ricas y blancas, con una falta absoluta de juicio porque la ley NO ES IGUAL PARA TOD@S, sino que beneficia a personas de alto perfil social. La "condena" ridícula en Rawson lo ejemplifica perfectamente, como también el acoso y maltrato que sufren las personas Qom en el norte del país, al igual que muchos casos que van a saltar a la luz en cualquier momento. ¿Y de esto no se habla en el mundo? No, porque no somos EEUU y la Argentina no pretende ser potencia mundial porque no quiere, y porque preferimos enredarnos en discusiones estúpidas, con una neo-derecha con simpatía puber y una izquierda arcaica que piensa en ruso olvidando las contradicciones de la Historia del país.



Volviendo a la pandemia de protestas: ¿Dónde estabas vos cuando se peleaba para que estos cambios fueran realidad? Porque es muy fácil salir a gritar y decir "uy, qué mal que está esto" o "apoyo a esto otro" cuando el tema está en boga en todas partes porque es el camino fácil. No sos vos el/la que esquivó balas con su bicicleta, el/la que corrió con todos esos putos que no paran de correr, el/la que se enamoró de una persona contradiciendo la moral imperante, el/la que hablaba en idish o en ladino para que no te entendieran y criticaran durante más de 700 años, el/la que terminó en cana por decir lo que pensaba, el/la que protesta frente a la Legislatura por darles visibilidad social a las personas con discapacidad, el/la que le da un techo y educación sanitaria a una persona trans porque en su casa la echaron por ser "un/a enferma mental", la que fue apredreada hasta la muerte o violada por pelear por el feminismo, el/la que NO está en un nivel aceptable de amenaza para la sociedad (porque sino lo sabrías). Así que pensalo antes de ponerte el filtro de arcoiris, colgarte el cartel de #Blacklivesmatter o compartir el escrache de un hombre bajo la consigna #metoo porque está de moda hacerlo. Porque cacerolear desde el sillón lo puede hacer cualquiera, pero ir a pelear y jugársela es el camino que eligen un@s poc@s loc@s que marcan el camino que después recorren l@s sabi@s.

Lo dejo acá. Me quedó bastante bronca en el tintero y la rabia sigue ahí, pero por suerte tengo la posibilidad y el tiempo de transformarla en un medio que va a trascender mi vida y va a ser un documento escrito de lo que el mundo quiere decir y por qué, esperando que estos cambios contemporáneos creen una sociedad futura con más sentido común, tolerancia e igualdad de oportunidades que las que la precedieron. Me encantaría debatir con alguien del tema, así que ya saben donde encontrarme si quieren hacerlo.

P.D: Esto no tiene nada que ver con lo que posteé hoy, pero de todas formas quería decirlo como experimiento para ver cuánta gente realmente lee mi blog. Ya le puse una fecha final a este viaje mundial, a pesar de tener muchos proyectos por hacer en Europa, pero la familia, mis amig@s y Dolores Haze me pueden más. Me queda un año y medio de exploración genghiskaniana (no se me ocurre ningún explorador americano que haya recorrido Europa o el mundo en general, perdonen mi ignorancia) antes de volverme al lugar que me vio nacer, con la gente que me ama y luego a la ciudad que me acogió porque siempre confió en mí. Es hora de cambiar el mundo desde Mendoza, en un poco más de 550 días.

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