domingo, 20 de marzo de 2011

Tomorrow comes today

¿Por qué me deprimo cada vez que navego por internet? ¿Será posible que la generación haya cambiado tanto y ya sea viejo y obsoleto a los 21 años?
Trato de pensar en que el mundo es un lugar felíz y que tiene solución de los males modernos y de la clonación sistemática de todo. Me esfuerzo por convencerme de que lo que yo creía antes que eran sitios de expresión personal, siguen siendo para esa función y no para vender sexo. No me explico cómo páginas web como fotolog o facebook son plagios estúpidos de páginas porno amateur mal hechas. Quiero creer que sus padres educaron bien a esos nenes y nenas de no más de 15 o 16 años que regalan sus cuerpos al primer ser que se cruce por su camino.
Parece ser que estamos en el momento de la historia universal en que las instuticiones (léase familia, escuela, sociedad, mundo) decaen y pierden valor absoluto. Esta falta de ejemplo a seguir deja a los adolescentes en bavia y con ganas de decir "quiero hacer esto, aquello y lo otro... si sólo supiera qué hacer". Sus corazones sedientos de amor buscan esa respuesta en el cosmos, en el aire o en lo que tengan delante; lamentablemente estamos hablando de la violencia y el mal gusto que contagian y enseñan la televisión y los ídolos mal construidos (de cualquier ámbito).
Así, una mente limpia y lista para un cambio, se convierte en un zombie; un Frankenstein de ideas ajenas que se trata de convertir en algo que no sabe qué es pero que lo convence.
Cuando se da cuenta de esto, se asusta y trata de escapar de alguna manera posible. ¿El suicidio? Muy dificil. ¿Peleas con los padres? Muy constante. ¿Drogas y alcohol? Muy perfecto. Ideal embriagarse de alcohol y pastillas y porro cuando no se quiere pensar en lo que haré mañana con mi futuro. Puedo quedarme estáticamente para siempre en el secundario, si total acá estoy bien y cómodo.
Yo, docente, trato de educar personas que se puedan independizar de ese pensamiento y de si mismas. Gente que busque el conocimiento, no le escape a él.
Viví durante 3 meses alejado de mi familia y amigos y gente que me ama en la otra punta del continente, y trabajé con gente muy capacitada para tratar bien al otro y divertirse trabajando. Lo malo es que están acostumbrados a una falta de amor terrible por parte de sus padres, desde muy chiquitos. Eso les trae muchas consecuencias visibles en muchos aspectos de su cultura que, por consecuencia, se ven en la nuestra. No se van a dar cuenta jamás de lo que les falta porque creen que están bien así y no creen que necesiten cambiarlo.
Espero que nosotros, con toda nuestra histeria y alta presión podamos vivir en armonía con el otro algún día y admitir nuestros errores. Somos más prejuiciosos y altaneros que ellos, pero al menos no nos creemos los reyes del universo.
Esto se lo digo a los adolescentes porque son los únicos con oídos suficientes para escucharme y entenderme: No caigan en la misma trampa de siempre y no se dejen engañar por los otros. Cada uno es único en lo que hace y estaría genial que lo hiciera con todas sus fuerzas porque cada uno de los seres de este planeta es irremplazable y si uno mismo no vive su vida, nadie lo hará.
Hoy me escuchan cinco. Pero aún así me siento contento por eso, porque es un logro que tengo siendo buena persona y buscando sólo hacer el bien y contagiarlo. Ayer no me escuchaba nadie y mañana me escucharán muchos más, de eso estoy seguro. Quiero pensar en el futuro, tanto como en el presente porque no sólo se vive por un mundo mejor mañana, sino tmb porque reine el amor, la pasión y la armonía el día de hoy.
Los dejo con una frase que me resonó mucho últimamente en la cabeza:
"Debemos hacerlo, un mundo mejor. Porque este está enfermo Y NOSOTROS NO!". Gracias Pedro Y Pablo (Miguel Cantilo autor y cantante de esta canción ("Gente del Futuro") de 1981).
Con esto me despido hasta la próxima entrega de esta espacio cuasi-personal en este planeta y sobre todo esta tóxica ciudad contaminada de violencia y desprecio ajeno. Cuiden sus cerebros, que no los devoren los zombies asesinos.