miércoles, 24 de octubre de 2012

El mundo que vives es irracional, nada les importa y es muy tarde ya

¿Está mal ser nostálgico o melancólico? Mis amigos saben que yo adopto esa bandera para mi vida diaria, añorando aquellos tiempos pasados en que el tiempo no era un enemigo y la compañía de un ser humano no era algo sobrenatural.
Despertó esta ganas de comunicar lo que siento una salida con much@s de mis cercan@s a una Plop!, la cuarta que voy si no me equivoco. No puedo explicar la sensación de ahogo que me abordaba mientras buscaba alguna mina para chamuyar, alguien para hablar, o al menos escuchar alguna canción que me despertara placer. El lugar estaba ultra colmado como nunca vi antes en "El Teatro" de Colegiales; no había muchas chicas pakis (bueno, ahí sí que fue mi culpa, no era la facultad de psicología o la de diseño de indumentaria precisamente) ni siquiera más de 3 o 4 solas que me resultaran atractivas; la música era toda exactamente igual, como si la originalidad y personalidad (de persona, individuo, personal, viene la palabra) de los músicos y djs hubiera muerto hace rato y el volúmen de la misma, conjunto con el calor por el exceso de gente, me hacían mucho más complicada la tarea de conocer gente nueva.
Es muy triste que últimamente lo sienta así, como si el mundo que yo conocía de púber y adolescente se hubiera extinto y me metieran en esta cosa que ni siquiera me gusta. Sé que este tipo de pensamientos son más propios de una edad má cercana al colegio secundario, pero no podemos pensarnos tan esquizofrénicos: somos todas nuestras etapas juntas, nunca se cierra una por completo (sino no se hablaría del "niño interior" o de "conductas adolescentes", o cuando uno está en pareja no se comportaría como si tuviera un desborde hormonal típico de los 14 años).
Pero aún así no puedo dejar de pensar en todo lo que me involucra con el mundo, aunque desde un lado más morphiniano o nirvanero.
Quiero volver a ver y escuchar a El Otro Yo con Eze y Ray, a A77aque con Ciro, Catupecu armando bardo, Los Pericos con Bahiano, Árbol con Edu, Los Cadillacs de antes, Los Piojos, Nerdkids (si, me gusta Nerdkids, y qué?), Los Decadentes de antes, Babasónicos con Dárgelos vestido de mujer y haciendo grunge, WDK divertido, Piquete. Y eso que pido sólo volver a vivir esas bandas nacionales y son todas cosas que pueden ser posibles. No espero que vuelvan a la vida Ricky, Pappo, Luca o Fede Moura. Tampoco hablo siquiera de las bandas de afuera porque sino la lista sería muchísimo más larga.
Como tampoco pido que se vuelva el tiempo atrás y nos demos cuenta del frenesí de inmoralidad antes de que suceda Cromañón. Hacía falta que murieran CHICOS o quedaran muertos en vida para que entendamos que las cosas estaban mal hechas. Hacía falta que los adultos mandaran al muere a unos pobres CHICOS de mi edad que sólo buscaban divertirse. ¿Hacía falta que nos quedara una cicatriz en la calle Jean Jaures para darnos cuenta de lo imbéciles que somos como "sociedad organizada"? Vayanse a la mierda. La justicia es un invento. Una vida vale mucho más de lo que un puto juez puede llegar a imaginar. Y la pérdida de la inocencia de mi generación, que quedó desvirgada en otro baño de sangre, de humo y desesperación, violada por los "derechos humanos" que nos tomaron de atrás y empujaron contra una pared, secuestrando nuestras ganas de vivir pacíficamente y de salir a divertirnos. Así nos dejaron para el año nuevo del 2005. Violados por los adultos ineptos. El niño no nace malo, al niño lo corrompe la sociedad. Esta sociedad enferma, estúpida y, ahora, estéril. ¿Cuánto cuesta y dura ser felíz? No recuperarán sus vidas los partícipes de esa noche de Once, pero sí podemos recuperar la cordura y pensarlos como colegas y hermanos nuestros que perdieron la vida desesperadamente.
Sé que es irracional lo que anhelo, pero como dirían mis admirados: "seamos realistas, pidamos lo imposible".
Ya estoy cerca del espiral de demencia, pacientemente esperando que me arrastre o que se termine el año, con los 36 días que me quedan de clases + los finales y muestras. Para el 23 de diciembre seré otro, pero...quién? A estas alturas es lo que menos me interesa ya. Seré otro. Punto. Y volveré full time a preocuparme por mi arte y los vicios (más allá de algún laburo casi rutinario que me consiga).
Casi ya no veo chicas lindas correr ante mis ojos, como me pasaba siempre. Lugar al que voy a despertar mis sentidos y a devorar con la mirada, lugar que me decepciona. ¿La falla no la tendrás vos en lugar de ellas? No...y eso lo sé porque no es que NO conocí a ninguna en las últimas semanas, sino que vi muy pocas que fueran realmente bellas para mis ojos.
Hace mucho que no estudio epistemología, eso creo que se nota. No correspondo con el tipo de vida que obliga la sociedad. No me parece que un@ "amigarche" sea algo posible en mi vida porque no cumpliría los requisitos fundamentales que para mi tiene que tener el coito. Le quita mucha pasión, sensualidad y orgullo el hecho de coger por coger (ya lo sé porque probé, no hablo por hablar en este caso). Voy a animarme a insultar a casi toda mi generación y decir que eso es por la falta de huevos de ponerse en  pareja con esa persona, o por la desesperación de no quedarse solos.
No es fácil estar solo, es muy duro. El ser humano es un ser social (después de que me lavaron el cerebro con ese discurso los últimos tres años no puedo más que admitirlo y pensar a los sujetos desde ese lugar). Y como tal busca constantemente la compañía de otr@/s para aprender y enseñar, para compartir y fusionarse en uno solo. Como aquella fábula metafórica que Platón explica tan bien en "Hedwig & The Angry Inch".
Que lástima que no garpa ser bueno y sensible. Para la sociedad  se traduce como boludo y aputazado. Me paso por el culo la idea del príncipe azul, ese verso tan disneyinano como del mundito pelotudo que crea Cris Morena para su legión de zombies menárquicas.
Doy vuelta a la esquina y me encuentro con el cierre del círculo. La melancolía. El sueño frustrado. La frustración eterna hasta que alguien me la prohiba y la cubra de rosas y caricias. La idealización, la fantasía. La muerte de la tristeza, que revive más veces que las iglesias de Jesús. El placer de la soledad, ahogado por el tiempo y las obligaciones.
Te espero.