sábado, 7 de enero de 2017

Y mi corazón idiota siempre brillará

30/12/16 -->  Concluyendo este hermoso, agotador y tranquilo año creo que es turno de hacer un balance, aprovechando que hoy es un día llovido y medio fresquito.
¿Dónde estoy ahora? En San Salvador de Jujuy, la ciudad más al norte del territorio argentino (si tenemos en cuenta que "La Quiaca" es un pueblo de menos de 15000 habitantes). Estoy a más de 4000 kilómetros de donde empecé mi año, en Ushuaia. Logré el objetivo nº1 que tenía previsto para este año y con creces: compré el pasaje con mi propia plata en Septiembre y me pude preparar mentalmente desde Mendoza.

Como había prometido, voy a hacer un balance de este 2016 sobre todo basándome en mi experiencia de vida en la ciudad del vino, el Sol y las montañas. No voy a hacerlo ni como lo hice cuando finalicé el 2014 platense ni como pasó en mi entrada nº 100 en base a todos los lugares en los que había vivido hasta la fecha, porque este año fue muy especial (en muchos sentidos de la palabra) y merece ser tratado como tal.

Más allá de la sorprendente cantidad de artistas famos@s muert@s este año (el de George Michael del otro día fue el que más me dolió, aunque escuche sólo su música ochetentera), en una cuestión personal, para mí fue muy positivo. Me abrí a muchos nuevos caminos y descubrí un montón de cuestiones de mí mismo que no sabía que existían.

Tuve mi primera experiencia como docente con título y encima fue en una escuela para adolescentes y adultos con discapacidad; o sea, comenzar y aprender a dar clase jugando en el nivel más difícil.
Entré a trabajar como suele pasar en los llamados docentes: uno se entera de casualidad, va a ver qué onda porque necesita el laburo, le dicen que es por un mes, firma y se termina quedando todo el año.
Ahora paso explicar por qué fue así en esta ocasión:
06/01/17 --> Cuando estaba haciendo la oblea para habilitarme para trabajar en primarias (ya había hecho el trámite para secundarios) me tuvieron un rato largo esperando (unas... 6 horas más o menos) por lo que me puse a hablar con todas las personas que me daban cabida. Una de ellas fue Paola, profe de Orientación Pedagógica de la 7-001 (y rival indirecta de poder de la ex-directora/ahora supervisora) que me dijo que casualmente había una suplencia al cargo disponible en la escuela especial donde ella trabajaba.
Llamé y terminé yendo al llamado. Estaba solo. Y bueno, necesitaba la guita y tener un cargo fijo. No tenía la más puta idea de lo que era trabajar con chic@s discapacitad@s, pero así empecé. Me tomó un tiempo acostumbrarme a no poder planificar, a escucharles, a entender sus condiciones; por suerte tomé un comentario que hizo mi vieja por teléfono como un consejo (tomar una consigna simple y adaptarla a todos los grupos que pueda) y lo usé para no estar tan en pelotas con los grupos, aunque me tomó unos meses entender eso. También las "chicas" de Gabinete me ayudaron mucho para comprender lo que es estar en una escuela y enseñar a chic@s así, por lo que estoy infinitamente agradecido con ellas.
Mientras yo me dedicaba a trabajar con l@s especiales y planificaba qué hacer con ell@s, la licencia de mi titular se iba extendiendo. Primero por una cuestión de cuerdas vocales y no sé qué mierda, hasta que finalmente, a mediados de Septiembre, me dieron definitivamente el cargo a mí por una cuestión de que le faltaban papeles del psicofísico y demás burocracias docentes. Así, de un "bueno, voy a ver qué onda este mes, para arrancar" pasó a un "lo vamos a extrañar, profe, no se vaya". Es una escuela que verdaderamente me robó el corazón :).

Todo lo que simbolizó para mí la escuela 7-001 de Arte Aplicado de Godoy Cruz está reflejado en el discurso que les regalé en el acto de fin de año de la institución: https://www.youtube.com/watch?v=rUR3ZoZUAuc.


Con respecto a las demás cuestiones, aprendí muchísimo viviendo solo en un departamento de tamaño reducido, pero sólo para mí.
Lo aproveché para sentirme tranquilo, para conocerme más, para disfrutar en soledad... hasta que apareció J. S. Kraus en mi vida.
Debo decir que ese fue el otro punto cúlmine que podría definir mi 2016.
Con ella tuve mi primer noviazgo propiamente dicho y realmente fue sumamente productivo. Maduré mucho junto con ella y disfruté cada momento como algo irrepetible. Le estoy sumamente agradecido por todo lo que me dio y por ser parte de mi vida con tanto cariño y tanta devoción conjunta. Gracias, July, te deseo lo mejor y espero poder jugar un torneo de metegol con vos algún día (y ganarlo, obviamente :P).


Otro punto importante del año pasado fue el hecho de que pude sacar a la venta Power Card, y probarlo en sus ediciones limitada y final. Aprendí mucho de administración y de cuestiones relativas al marketing y a las relaciones humanas (sobre todo de la gente del Roller Derby nacional). Este año planeo que su éxito se eleve hasta lugares insospechados y que la gente pueda conocerlo, comprarlo y jugarlo en distintas partes de la Argentina y de Sudamérica.

No tengo mucho más que contar sobre mi vida del 2016. Tenía ganas de escribir todo esto porque fue un año muy especial para mí que, en teoría, iba a ser de descanso, pero terminó siendo sumamente agitado.

¿Cómo es "el mendocino" se preguntarán? En una palabra: MANSO. Esa hermosa expresión tan popular en la región cuyana puede servir para definir la forma de ser de la persona que vive o que nació y se crió en la provincia del buen vino tinto, las asequias, las montañas y asados espectaculares en plena calle. Tomo ambas acepciones para hablar de ell@s: tanto se les podría definir como personas tranquilas, porque verdaderamente lo son; como también podría decirse que son personas copadas con buena predisposición para ayudar, como he visto y me he cruzado en el 2016. Sí, puede haber personas chotas que envidien tu progreso o no te favorezcan para crecer, pero de eso hay en todos lados.
La siesta es sagrada y la tranquilidad eterna en esta provincia (y eso que vivía cerca de "la gran ciudad"). Estoy muy contento de haber pasado 10 meses de mi vida allí.
Por otro lado, me da lástima que el crecimiento cultural de la provincia tenga un techo, ya que las dos escuelas de cine locales no parecen producir mucho (no vi una sola cámara en las calles en toda mi estadía en la provincia), los museos son muy escuetos o están constantemente en reparación y l@s standaper@s se reproducen, sacándoles lugares a l@s obras de teatro auténtico (de todos modos hay muy buen nivel de teatro en la zona por suerte y educación teatrera).
Tiene sus pros y sus contras, como todos lados, pero lo pongo como una de las tres opciones para crecer con mi futura familia algún día (junto con Córdoba Capital y Paraná, Entre Ríos).


Ahora puedo terminar de escribir esto, porque quiero disfrutar de mi tiempo en Jujuy y deleitarme de todo lo que puede ofrecerme una de las provincias más ricas desde lo cultural y lo natural de la Argentina.
Me despido un día después del OCTAVO cumpleaños del blog (ya ocho años...mierda que el tiempo pasa...), con la vigilancia yanki desde una Machintosh con Chrome dándome 30 visitas nuevas cada tres horas (cosa extraña granhermanística) y después de haber disfrutado las fiestas acá. Recomiendo a todas las personas que al menos una vez en la vida vengan a pasar por estos lares Navidad, Año Nuevo y Reyes; es algo fuera de serie.

Saludos a toda la gente del Cuyo y a la que conocí en la chayada de mojones de Maimará y todos estos días en el Norte Argentino. Felíz año para tod@s.