domingo, 8 de noviembre de 2009

"Parabrisas, parabrisas...

...limpia parabrisas..." Qué temazo de Capusotto, por Dios. ¿Se pensaban de que estaba hablando de una popular canción de reggaetón? Bueno, ahí está la ironía. Este maestro de la comedia (te guste o no lo que hacen, hay que admitir que Capusotto y Saborido tienen un talento sumamente admirable para la sátira) logró imprimir en un sketch que repudia la falta de profundidad de las canciones de los ´70 meramente populares, una crítica atroz y comparación de estas con las que son populares de hoy en día (caso reggaetón). Justamente en esa llaga para la juventud es que quiero hundir el dedo.
Bien, comencemos con un poco de historia: Este género musical nace a fines de los ´90 a partir de las fiestas en las que el DJ pinchaba la cara B instrumentales de los vinilos de reggae poniéndolos a 45 rpm en lugar de a 33, haciéndolos más movidos para bailarlos. Tiene sus influencias del hip-hop estadounidense, y de varios ritmos latinos como ser la salsa, el merengue, la bomba, el vallenato, etc. para bailar. Algunos dicen que nació en Puerto Rico y otros en Panamá, pero sinceramente me importa poco ese dato. Es hijo directo del rap en español y el reggae "re-revolucionado". En el primer cassette que se pudo vender comercialmente del género se presentaban artistas como Daddy Yankee, O.G. Black, Master Joe y otros. Consiguió fama internacional gracias al dúo "Hector y Tito" que fue el primero en llenar estadios y poner al reggaetón a un nivel masivo; pero claramente fue la canción "Gasolina" del señor Daddy Yankee en el año 2004 la que hizo encender la mecha de lo que es hoy en día. (fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Reggaeton)
Desde aquel año, el reggaetón entró en un apogeo incontrolable. De lugares cerrados y sitios más bien urbanos de clase baja de América Central, pasó a dominar los puestos de TODA Latinoamérica y hasta incluso en los Estados Unidos.
Bien, ahora que ya conocemos un poco a mi enemigo podemos empezar a criticarlo negativamente.
Analicemos la letra de uno de los estribillos más conocidos: "¡Dale, sin miedo, hasta que se rompa el suelo!..." ¿A qué se puede estar refiriendo? A) a un padre que le enseña a su hijo a usar un taladro mecánico; B) a un ídolo del punk incitando el pogo en un grupo de drogadictos fanáticos de su música en pleno recital; C) a un cantante de reggaetón que le recomienda a su pareja sobre cómo desea él que sea el coito. Bueno, no hace falta decir cuál es (pista: no es la opción A aunque no lo crean).
El reggaetón incita a: la violencia; las drogas; la trata de mujeres como meros objetos; el sexo como una "descarga"; el descontrol; el aturdimiento (causado por el ritmo taladrante, extremadamente similar en la mayoría de las canciones del género); la falsedad, teniendo en cuenta que la mayoría de los cantantes presumen ser millonarios o tener joyas a montones, lo cual es mentira, ya que los mismos son nacidos en barrios sumamente humildes y con la música como única salida laboral pensada; y, en segundo plano, habla del amor como algo bueno y lindo.
Yo personalmente NO ESTOY DE ACUERDO CON ABSOLUTAMENTE NADA DE LO CITADO ANTERIORMENTE. Este género me parece sumamente perjudicial para el desarrollo de la psicología de una persona en formación, sobre todo si la misma tiene entre 12 y 20 años (edad en la que más se consume este género musical, temiendo que los de 12 años no sean los menores que lo escuchan con frecuencia).
Este género mezclado con la cumbia villera que está tan de moda desde el año 2001 puede ser un cóctel MORTAL para los adolescentes de cualquier clase social. "¿Quién es tu ídolo?", le preguntaría yo a algún individuo de esa edad que salga a bailar todos los fines de semana y no sería para nada sorprendente que me dijera más que un Spinetta o un John Lennon, a un Daddy Yankee, un Wisin o Yandel, un Don Omar o algún otro famoso del estilo. Obviamente es casi imposible que conozca en profundidad a los dos primeros que nombré porque el reggaetón no le permite exprimir su sed de conocimiento en algo positivo, sino que te llena la mente con canciones que se graban en tu cabeza por el resto de la semana y no te da espacio para pensar en otras opciones musicales, sino a querer seguir consumiendo esta bazofia. Es basicamente una droga auditiva.
Espero que esta locura popular no se siga multiplicando para infectar a otras generaciones, porque yo creo que sería letal para toda la sociedad. "Ampliemos un poco nuestras mentes y aprendamos a ser más tolerantes", frase que le robo a Micky Vainilla y que puede ser perfectamente aplicada en este caso. No seamos zombies en un marco social en el que necesitamos estar bien informados y pensando en cómo se puede modificar la realidad para que sea un poco menos peor. Quiero cerrar esta entrada con una frase de una canción de Árbol (cuando era una banda productiva para la humanidad) que el señor Arktanis escribió en la pared de mi pieza: "Vos no te duermas que despierto no te pueden confundir". Pensar en cambiar las cosas nunca está de más, pero siempre puede ser algo negativo el no hacerlo. Nos vemos gente.
P.D: Ayer fui a la Marcha del orgullo Gay, Lésbico, Bisexual y Transexual por tercer año consecutivo con amigas para apoyar la causa y realmente me siento orgulloso de mi mismo y de las aproximadamente 100000 personas que había allí manifestándose para ser escuchados y buscar un poco de igualdad en este mundo tan poco equitativo en todo sentido.
P.DII: En las últimas dos entradas hubo debates extraordinarios, se podían sentir las chispas que se sacaban al hablar. Quiero felicitar a todos los que se metieron para dar su opinión sobre los temas (sea positiva o negativa, realmente es lo que menos me importa, mientras sea coherente y justificada) y también a los que lo leyeron y me dijeron personalmente qué opinaban.