jueves, 10 de septiembre de 2015

Cortita y al pie

Sigo mi eterna travesía, con la lejana e ilusa esperanza de que es un viaje que algún día terminará. ¿Por qué lo digo así? Porque a cada lugar que voy conozco personas nuevas que me hacen ver el mundo de otra manera y me dan más razones para seguir viajando "hasta que el cuerpo aguante".

Ya dejé de lado Bariloche, que me dejó un sabor agridulce: amargo por la calidad humana que encontré allá y la decepción que me generó la ciudad real, la que no aparece en las postales ni de la que hablan l@s europe@s y brasileñ@s que turistean por ahí, junto a las consecuencias terribles del calentamiento global, que va a dejar a la zona sin nieve en algunos años; y dulce porque la gente de Roller Derby me ayudó a crecer, la cerveza artesanal del lugar es LA POSTA, y porque nunca cogí tanto en mi vida en tan poco tiempo como en mi estadía en esa ciudad (creo que no soy el primero que lo dice :P).

Ahora estoy en Puerto Madryn, mundialmente conocida por su avistaje de ballenas, las cuales salen a saludar con sus colas a unos 500 o 600 metros de la playa, la cual tmb es muy bonita. La gente de acá es amable, como con aire de pueblo, pero se siente algo en el aire, como unas ganas de algo que no llega. Antes, me cuentan, no había drogas duras y se podía respirar mucho aire de tranquilidad, pero gracias a un intendente ineficiente y corrupto, el puerto se volvió la bienvenida para la Maldad. Ahora tiene una partecita de la negatividad de una metrópolis, en un pueblo de 130000 habitantes. Y la gente de acá lo siente, pero aún así hace su mejor esfuerzo por hablar con desconocid@s, en ser mejores y en disfrutar de vivir en una ciudad que crece de a poco pero constantemente, le guste o no.

Concluída la ya típica introducción, sigamos con la programación habitual:

...Iba a continuar escribiendo con un tema que me viene jodiendo hace bastante (como es el uso de la tecnología, o mejor dicho, de cómo la tecnología nos usa), pero no quiero seguir rompiéndole las pelotas al muchacho correntino que duerme en la otra cama. Lo dejaré para otro día.
Mañana parto para Caleta Olivia, para luego irme tmb a Comodoro Rivadavia, y mi viaje sigue, esta vez con MUCHO FRÍO >_< y grandes ganas de enseñar cómo es el Roller Derby en lugares así de hinóspitos como es esa zona de la Patagonia.
Hace dos años estaba en crisis, pero hablando con Dano, con una habitación de diferencia.
Hace un año estaba en La Plata con un poco de fresquito, pero lindos días de Sol.
Este año tengo un poco de frío, pero muchas ganas de vivir y de seguir adelante con mi viaje, planificando muchísimo y cerca de concretar proyectos que me darán mucha fama y cambiarán mi vida para siempre.

Ya tengo pensadas las próximas entradas, así de organizado que soy. La próxima es una muy especial, sobre todo para mí. Esperen y verán por qué :).