martes, 16 de febrero de 2021

Del otro lado del espejo

 ¿Pueden oírse los aullidos silenciados? ¿Se siente el resplandor vacío de un nido partido por un rayo?
No son tan pocas las veces en que la masa despierta sensaciones encontradas, mecidas a fuego lento en la agonía de una lentitud eterna. Porque la falta de contacto penetra los nervios que nacieron para ser explotados con ese fin. Porque la pareja es sólo la mitad de lo que se siente y la mitad de lo que significa el amor.
Desear a alguien puede convertirse en el infierno de la más fugaz impaciencia y las semillas se convierten en brotes que la esperanza corta como un cuchillo dentro de la cabeza. 
Pero ahí no habla la razón sino el instinto. No se puede explicar lo que es, no se sabe por qué sucede ni qué seres se adentran en ese averno. Lo que sí es cierto es que de ahí no se sale con facilidad, sino con un tiempo que no se habla, un verano que nunca llega, una mano acariciando la frustración vencida.
21 veces me dijeron que no hable del tema, que no diga esto, que no me meta porque "no corresponde". Sigue siendo mi espacio personal y mi capacidad de expresar lo que disfruto escribir.
En este caso no es alegría, no es felicidad, no es júbilo, es tortura.
Debo escupir palabras desde el otro lado, desde aquellos que no tienen las herramientas para gritar despalda al mundo, de imaginar un cuento acabado donde haya un final feliz, como se supone que sea.
La biología indica caminos que la propia cultura oculta y envejece. Se pierde la vida, los días dejan de existir y la huida parece inminente, como si el manantial se escapara de las manos por una flor de sativa que perdió el rumbo.
Dejarlos solos es faltar a lo que se pregona actualmente, aunque manteniendo la solidaridad que ya se da por sentada de antemano, como si existiera siempre. Es no estar a su lado, es no decirles "te creo y quiero ayudarte" pero es imposible decirlo en voz alta. "Que sufran unos pocos para balancear el universo". Por suerte yo no creo lo mismo y por eso digo lo que digo. -No por eso dejaré de pelear contra la invisibilidad de quienes creo que deberían verse en primera plana. O al menos con mayor protagonismo.-
Me oculto en letras que esquivan decirlo, aquellas fantasías despiertas de 27 años luz, con una cantidad möebica de alternativas, pero que están ahí. Siendo que se escudan en los silencios librados por la inacción o la desidia.
En mi caso no me tocó ni creo que me toque estar ahí en primera persona, no creo que pueda soportar algo así. Ya tuve que censurarme porque era "demasiado privado"  lo que critiqué, descartando para otra ocasión la posibilidad de debate, innecesario según alguien.
Las marcas quedan, cual sacrificio sepulcral, en la memoria. La tristeza que no se va cuando aparece el nuevo sol, cuando se secan las lágrimas y cuando la nieve deja de caer. Se marchitan las fotos, ennegrece el corazón y no hay tiempo que pueda hacerle frente a la falta. Ese dolor que tratan de responsabilizarte porque sí, vos quisiste hacerte cargo, vos le dijiste que sí y vos pasás todos los días de tu vida pensando en esa criatura. Hay caminos más fáciles que son para personas sin alma, para fríos burócratas que ni merecen ser llamados por ese título que se gana con dificultad y a diario. Pero el dolor queda. Porque quisiste respetarle y respetarte y hacerle frente a esa pasión de felicidad que no encuentra palabras en el diccionario ni jamás las verá.
El futuro te espera, te llama, sabe que existís y que necesitás volver a conectarte con esa parte de vos. Con la alegría de orgullo que te dio y te da desde que supiste de su existencia.
Porque se puede pelear, porque no estás solo. Por eso te escribo. Levantar la cabeza no es algo que pueda recomendar, pero sí saber que tenés mi apoyo y que podés lograrlo.
No bajes los brazos
                                        Para Gerardo, Julio y todos aquellos que no pueden gritar de rabia porque no se lo permiten.

Dejen macerar este escrito 10 o 20 años, ahora no es el momento de leerlo. Yo estoy con ustedes por si necesitan un hombro o un papel descartable.

jueves, 4 de febrero de 2021

Need a change of scenery, I need a new life (Manchester - parte 2)

 Me toca cerrar este ciclo de una manera agridulce. Dediqué un año y un mes de mi vida a tratar de tener una buena calidad de vida en la ciudad del noroeste inglés pero sucumbí ante las nuevas restricciones y el avance de "la nueva cepa local del Coronavirus" (sepan disculpar mi desconfianza, pero me parece demasiado casual que esta mutación del virus se dé justo en el momento en que sucede el Brexit, conviniéndole a los intereses de los Tories). 
Estaba impedido de ver a mis amig@s, de conocer gente nueva, de realizar actividades recreativas y en el último tiempo también de trabajar. Todo esto sumado al clima hostil que se hacía sentir tanto fuera como dentro de mi casa (la calefacción andaba cuando quería y el frío era muy crudo incluso cuando estaba en mi habitación). Lo que comenzó siendo una experiencia interesante, en un lugar vibrante y con mucho por descubrir terminó siendo una vida amarga, solitaria y triste en un sitio desolado y apagado.
Sí, entiendo que los motivos por los que la ciudad esté así no son locales ni modificables y que todo el mundo sigue sufriendo las consecuencias de este virus, pero en algunos lugares se siente la pesadez más que en otros.

Vayamos por el principio: ¿qué pasó desde el 6 de Marzo del año pasado, que fue la última vez que hablé de esta ciudad?
Es por demás sabido el avance del Coronavirus en el mundo, el cierre progresivo de lugares de socialización y las medidas poco efectivas que se tomaron al respecto.
En Inglaterra la cuarentena duró aproximadamente tres meses, desde el 24 de Marzo a principios de Junio (o sea, el verano local).
Por suerte apenas comenzada esta etapa me comunicaron que iba a recibir un subsidio (furlough) del gobierno inglés para apalear la crisis económica y falta de posibilidad laboral de la mayoría de las personas, por lo que pude zafar durante algún tiempo y al menos pagar el alquiler esos meses.
Sumado a eso, precavido por saber el bardo que se venía, me compré una computadora cuatro días antes de que decretaran el cierre de todos los locales. Eso me salvó la salud mental y me ayudó a volver a hacer una de las actividades que más placer me dan. Viví con un mancunian amante de la birra con el cual había poca comunicación, pero eso evitó también que nos peleáramos (sólo discutimos una vez), y después con una chica australiana que después de un tiempito le dejó su lugar a otra australiana que no quiso socializar conmigo. Para el último tiempo llegó un muchacho de Singapur muy piola que me ayudó en un momento que lo necesité.
Mis planes diarios eran: escribir para mi libro o el blog a la mañana, almorzar, jugar al Chess Rush u otro videojuego a la tarde. Luego, si el clima acompañaba, irme a leer a la plaza "Ecstasy" de Irvine Welsh prestado por una amiga o "Cien Años de Soledad" en castellano prestado por una vecina colombiana. Fin. No me enganché a ver series estilo maratón porque lo siento como una adicción y no llego a disfrutarlas como quiero (aparte que verlas solo no me tienta). Necesitaba tiempo para escribir y la vida me lo dio, habiendo escrito más o menos la mitad del libro para cuando terminó la primera cuarentena (lo cual suele ser la parte más difícil). Por momentos me aburrí de mi mismo y necesité escaparme hacia los mundos de otras personas, lo cual era imposible. Había días en que tenía suerte y me iba a caminar o a cenar a lo de una amiga italiana que conocí justo antes del encierro, la cual se convirtió en mi única amiga física en esos tres meses, con lo extraordinario que fue eso para mi vida personal. La historia con ella lamentablemente terminó mal pero con los años entendí que no se puede estar bien con todas las personas todo el tiempo. Somos humanos, nos equivocamos, siempre tenemos cosas que sanar en nuestro interior y hay ocasiones en que la ayuda para salir de un momento álgido es, justamente, momentánea y que nada es para siempre. Quizás nuestros caminos se crucen en otra ocasión, aunque lo dudo, pero la amistad que tuvimos fue útil en esa oportunidad, por lo que le agradezco por eso.

¿Qué aprendí con la cuarentena? 
_Conocí mi lado más dedicado a la escritura, aquel que tenía pendiente y que fue creciendo y desarrollándose en los últimos 12 años gracias a esta plataforma en la cual me están leyendo. 
_Me di cuenta que necesito abrazar a las personas, que eso me hace bien al corazón. Nunca me había dado cuenta de lo valioso que es compartir un instante de charlas cara a cara o risas con alguien, con la falta que me hizo durante la primavera inglesa.
_La distancia y la abulia duelen, pero mis amig@s y familia estuvieron siempre ahí y gracias a ell@s se me hizo más ligera la tediosa y eterna espera para que pasaran los días, encerrad@s en nuestras casas.
_Con ELLA nos seguimos amando, no importa lo que digan los demás. No lo podemos evitar y no lo queremos evitar tampoco. Le escribí algunos poemas y un monólogo en esta etapa, pero más nutritivo fue tener videollamadas para verla y escucharla, lo cual me llena siempre de alegría.
_Tuve la oportunidad de volver a darle clases de animé a mis alumn@s de Israel y a algunos grupos de mi vieja, siendo esta una experiencia muy positiva tanto para ell@s como para mí. Esto me ayudó a entender más sobre la psicología de grupos y que hay que saber escuchar lo que propone el alumnado para que de esta manera puedan llegar a mejores resultados educativos y, sobre todo, ser más felices. No es nuevo lo que digo acá, de hecho lo tomo de Meirieu, pero ponerlo en práctica fue/es maravilloso y enriquecedor.

Finalizada esta etapa, a mediados de Junio abrieron las fronteras y bajaron un poco las restricciones, por lo que realicé una de mis actividades favoritas y uno de los objetivos que tenía pendiente tanto el año pasado como durante todo mi viaje: conocer Europa. Pueden ver en el posteo llamado "Endless Europe" cómo me fue y todo lo que aprendí, siendo esta una experiencia hermosa y un lindo pantallazo de lo que un@ se puede encontrar viajando por territorio europeo. Antes de eso, gracias a un amigo/jefe pude conocer a un grupo genial de personas con quienes formamos un vínculo latino muy agradable y con los cuales hicimos varias sesiones de D&D en castellano, felices de poder volver a juntarnos y divertirnos de esta manera.

Tercera y última etapa de mi estadía en Manchester: nuev@s amig@s, TA en SP de ADS y ocaso en tensión

La primera etapa se corresponde a Diciembre-Marzo. La segunda fue Marzo-Septiembre y la tercera sería la que voy a nombrar a continuación, de Septiembre a Enero.

Comencé viviendo dos días en lo de mis amigos venezolanos y mi amiga canaria, para luego encerrarme doce días en una nueva casa, en otro barrio del sur de Manchester. En el nuevo hogar eramos seis personas viviendo, con habituales invitad@s por parte de ell@s, fiestas (clandestinas y no tanto), mucho ruido, caos y conflictos. La administración de esta casa era pésima, siendo ese uno de los principales motivos por los que me quise ir apenas tuve la oportunidad: siempre faltaban tenedores, cucharas y vasos; hacía frío TODO EL TIEMPO dentro de la casa; el dueño nunca estaba cuando se lo necesitaba; una de las personas era MUY inmadura pero no lo admitía y se quería llevar el mundo por delante con una nula capacidad de empatía para la convivencia; casi todas las personas fumaban faso y se daban con merca en ocasiones, siendo que sus adicciones afectaban la vida en comunidad; siempre quedaba ropa durante días en el lavarropas; la ducha tenía un espacio demasiado reducido y era muy incómoda; para ir a comprar al super había que caminar más de diez cuadras, sin ningún negocio cerca...entre otras características negativas. Por otro lado, tuve la fortuna de hacerme amigo de una parejita joven (sí, este comentario delata mi edad) que vivía en la habitación de abajo y muy cercana a mi ideología, con la que podía hablar abiertamente y con la cual nos podíamos abrir y preocuparnos mutuamente. Esto hizo que el otoño-invierno no se sintiera tan solitario.

A nivel laboral, todo empezó muy lento allá, siendo lo hinchapelotas e insistente que soy para conseguir lo que quiero, lo llamaba al encargado de una de las agencias de docentes TOOOODOS LOS DÍAS a las 7:30 am preguntándole si había algún laburito para mí. Un buen día me llama otra responsable de Teaching Personnel (la empresa donde laburaba) ofreciéndome un trabajo en una escuela especial para pibes con discapacidades severas. Ya alguna vez me habían mandado a un grupo de ese estilo y la pasé MUY MAL dado que no tengo las herramientas ni el cuore preparado para trabajar en un contexto así (hay que saber aceptar cuando las situaciones te superan), por lo que lo rechacé en un principio. Varios días más tarde me ofrecieron trabajar tres días (ya estaba desesperado por volver a laburar) en la misma institución pero en otro edificio, con alumn@s con diferentes tipos de discapacidades, sobre todo autismo. Toda la vida siempre quise averiguar más sobre cómo es el T.E.A. porque me parece fascinante y tengo pendiente hacerme alguna capacitación por amor al arte. Acepté un poco inseguro de lo que me podía encontrar y tuve la oportunidad de trabajar 1 a 1 con un chico muy similar al que se ve en el capítulo de Dr. House (T03E04) con el cual pegamos onda enseguida. Después de ese día de trabajo, llamaron a la agencia diciendo que yo era muy bueno y que me querían de vuelta, aún teniendo ya una reserva hecha para que yo trabajara allá dos días más, lo cual auguraba un buen porvenir laboral. Aparte de ese chico, en ese grupo de 11/12 años había otras discapacidades y condiciones muy complejas. Personalmente no era mi lugar favorito de trabajo ya que dos alumn@s gritaban mucho y a mí me cuesta tolerar los sonidos tan fuertes, pero vi que el personal docente trabajaba muy bien y su método me gustaba (¡no hay timbres en esa escuela!), sumado a un colega español con el cual podía hablar un poquito en castellano. Apenas concluidos los primeros tres días, me llamaron de la agencia diciendo que la escuela estaba muy contenta con mi labor (lo cual era esperable) y que les gustaría contratarme por dos semanas más, pero para eso tenía que aceptar. Al principio dudé bastante, ya que ese grupo era lindo pero en la mismísima agencia me habían ofrecido un cargo tentativo en escuelas secundarias (¿falta de comunicación? ¿qué es eso?). El encargado de la agencia me llamó TRES VECES en diez minutos tratando de convencerme y me dijo ya sacado "tanto que me rompiste los huevos para conseguirte un trabajo y ahora que tenés uno asegurado lo rechazás?". Me pareció convincente su argumento xD y acepté.
Al lunes siguiente me mandaron a otro grupo, de chic@s de 15/16 años (una de mis edades predilectas para trabajar) en el que lo que más se sentía eran risas, organización y contención. Me enamoré enseguida de la forma de trabajo y de cómo se manejaban. Rápidamente se convirtió en una de mis experiencias favoritas de mi vida docente, siendo que tenía mucha libertad pero a la vez existía una metodología educativa en la cual se permitía un alto grado de elección de actividades a l@s chic@s y mucho cariño. ESA es la definición de educación para mí: libertad, aprendizaje y diversión.
Estuve tres meses trabajando con ese grupo e iba FELIZ, muy feliz. Me tomaba dos colectivos, viajaba una hora (que para l@s "mancunians" es algo muuuy fuera de lo común) y me comí una cuarentena y casi otra por un caso de COVID en la escuela, pero me sentía parte de la escuela y del personal docente. Me hicieron sentir muy bienvenido y les agradezco por eso, porque fue un período que me marcó tanto como docente como lo fue a nivel personal. Tanto es así que descubrí que muchos de mis defectos en cuanto al "tacto" o "códigos" sociales que nunca entendí y no sé respetar se deben a trastornos del espectro autista que, estoy convencido de que si nunca me los diagnosticaron de pibe, fue porque no estaba de moda. Esta revelación me permitió hablar cara a cara sobre el tema con familiares o amistades de muchos años y decirles ya abiertamente "perdón, pero no sé cómo proceder en esta situación, no tengo adquiridas las habilidades sociales y es un tema que me cuesta muchísimo así que te pido por favor que me tengas paciencia", lo cual puede sonar muy tonto proviniendo de alguien de 31 años, pero fue como encontrar una carta perdida de un mazo con el que juego desde hace mucho tiempo. Me abrió un montón esta experiencia y estoy agradecido por todo lo que me ayudó a nivel personal, aún sin saberlo.

Final amargo
Esta historia termina luego de las vacaciones sin goce de sueldo de Navidad y Año Nuevo, cuando volvieron al confinamiento fase 1 en toda Inglaterra (situación que sigue hasta hoy día por lo que tengo entendido), cerrando de esta manera incluso la mayoría de las escuelas o reduciendo su personal al mínimo. (O sea, que me volví prescindible para la sociedad inglesa.) Ya sabiendo que esta situación no iba a mejorar, el 1° de Enero me compré el pasaje para venirme a Barcelona (habiendo barajado también Bilbao, pero quedará para otro momento de mi vida). Aquí empezó la tragedia griega. Algún día tengo que incluir el malestar que sentí en esas dos semanas en alguna obra de teatro porque fue una de las situaciones más estresantes y densas que sentí en mi vida. Para empezar, ya venía sintiéndome aislado porque en Navidad no me pude juntar con nadie y la pasé muuuy solo (no es que sea una festividad que me importe ni mucho menos, pero en Europa es una fecha muy intensa en cuanto a la unión de las personas y quería pasarla con alguien después de tanta soledad), y recién en Año Nuevo me pude volver a juntar con mis amig@s latin@s después de no sé cuánto tiempo. Esa fue la última vez que l@s vi. Tuve muchos días en que no hice nada más que esperar que no cerraran las fronteras, tener todos los papeles en regla, encontrar la manera de salir de la isla, soportar el frío, bancarme el primer amague de no poder salir porque no soy ciudadano español (con lo cual se desentendieron del derecho que tenemos tod@s l@s ciudadan@s de la UE de poder volver a cualquier territorio europeo porque eso es lo que indica la ley), soportar una situación de violencia en la casa donde vivía, y sentirme muy muy solo y tensionado. Me disculpo ahora con la gran cantidad de amig@s y familiares que les pedí que por favor no me hablasen en esas semanas porque me sentía muy mal y no quería lastimarl@s. En lugar de abrirme y pedir ayuda, mi método de defensa fue decir "déjenme solo", como si fuera un erizo, lo cual siempre es una pésima opción, aún sabiendo que el estrés puede producir que le grite o trate mal a alguien sin darme cuenta.
Por suerte esta agonía se acabó cuando pisé suelo portugués el sábado 16 de Enero de este año y de ahí pude viajar sin problemas y sin preguntas a Barcelona, aliviado y muchísimo más tranquilo.
Ya estando aquí en Catalunya la vida se me va abriendo y estoy disfrutando de lo que me debía vivir en los últimos seis meses. Ya habrá tiempo de contar lo que sucede aquí, pero sepan que es más goce que penuria.


¿Cómo es vivir en una ciudad del Reino Unido?
Con respecto a la vida en Inglaterra, aquí dejo algunas características que noté que suceden allí:
*En mis habituales actividades recreativas yendo al supermercado noté algo sobre la comida en la isla: no es novedad de que la local es de la más sosa e insípida de todo el mundo (aún así conocí una buena cocinera inglesa con platos de-li-cio-sos), pero hay mucha variedad de productos de todos lados, siendo así que me asqueé de comer chocolate, pretzels y comida envasada.

*Los productos de origen vegetal suelen venir en bolsas de plástico, dado que en toda la isla no se puede cosechar casi nada más que zanahorias, papas, hongos, berries y alguna que otra hortaliza o fruta más.

*El chocolate es estúpidamente barato (sobre todo los que se compran tipo bombones para regalar), hay mucha abundancia de comida árabe, dada la importante inmigración que tuvieron de países de Medio Oriente. Por otro lado, tal como vi en Holanda, hay MUCHA variedad de comida vegana a buen precio, siendo sumamente accesible si querés hacerte vegano.

*Con respecto a los lugares para comprar comida y otros elementos, me gustaría aconsejarles sobre dónde comprar: por lo que noté, los precios de los supers de allá son los siguientes (de más baratos a más caros):
_Aldi/Lidl;
-Tesco/Co-op;
-Marks & Spencer;
-Sainsbury´s;
-Cualquier Convenience Store.

*Al igual que vi en Holanda y en otras partes de Europa, el reciclaje es un tema al que le dan muchísima bola y lo hacen bien. Existe una genuina preocupación general porque se recicle (aunque no tanto así en las escuelas, vaya parajoda) y se ve que las personas están educadas y dispuestas a hacerlo. Todos los productos dice cómo se puede reciclar cada componente. Todavía no se recicla plástico como en los Países Bajos, pero no me sorprendería que lo empiecen a hacer en el futuro.

*Si tuviera que definir a l@s ingleses en una palabra sería "polite" (traducible como "amable", "considerado" o "cordial") ya que veo que es el "tacto" hacia la otra persona lo que más les preocupa y lo que aparece a simple vista. Ejemplos de esto son la atención al cliente, que suele ser MUY buena, muy amable y siempre agradeciendo, pacientemente, y con una sonrisa cuando te atienden. 
También tengo una anécdota muy divertida de una vez que fui a esta escuela hermosa que nombré antes y apenas llego me dicen que me mandó a llamar la supervisora del personal. Ahí me asusté, dije "cagué, me mandé un moco sin darme cuenta" y ella me encaró y me dijo "¿cómo se dice bien tu nombre? porque considero que es ofensivo hacia vos que lo digamos mal". Le largué una carcajada, siendo que vengo de un país donde si no tenés apodo, no tenés identidad. Así de distint@s son est@s gring@s.

*¡Cómo escabian acá! Este mito urbano de que la gente del Reino Unido encuentra consuelo en los bares ES REAL, siendo que, si no fuera por las restricciones sociales, los bares estarían llenos de gente (mayormente hombres) escabiando. Hay mucha cultura alcohólica, a pesar de que Inglaterra no es un país que se caracterice por tener una buena producción de alcohol, como sí Irlanda (cerveza), Escocia (whisky) u otros países europeos. Después de vivir un año ahí puedo relacionar directamente el clima áspero y casi sin luz solar con la "necesidad" de tomar alcohol de manera frecuente para soportar la vida diaria.

*El sistema de salud es una porquería. La salud es gratuita para cualquiera que saca el NIN (un trámite muy simple y que te dan en poco tiempo), lo cual está genial, pero te dan los turnos que se les canta en el horario que quieren y no es del todo confiable. Por suerte no me tuve que someter a cirugía ni nada por el estilo, pero no tienen buena fama.

*Hay mucha cultura de juegos de mesa, característica que comparten con toda Europa creo. Es común encontrar coleccionistas o gente que compra juegos que para mí resultan complejos por el tipo de pensamiento que exigen, y otros más llevaderos.

*El sistema educativo es perverso y de las experiencias más tétricas que pude ver. Hay una tortura sistemática hacia el alumnado, tratándolo con mucha distancia y muy poca empatía. Se rigen todavía con el método de Skinner y el conductismo de Erikson, sin variaciones en formas de enseñanza que quedaron cristalizadas hace 80 años. Vi pocas excepciones a esta regla (una de ellas fue la última escuela que nombré en este posteo) y poca posibilidad de variación. Se tiene a la escuela como un suplicio que hay que sufrir porque se es niñ@/adolescente y no un espacio de aprendizaje y contención.

*La gente sigue usando muy habitualmente el correo. Es tan común que te manden mails oficiales como cartas de correo del Royal Mail con las facturas para pagar, avisos sobre certificados de ciudadanía u otras yerbas. No he visto que se escriban cartas sentimentales, pero que el correo está activo, lo está.

*Las ardillitas son hermosas. Tuve la fortuna de poder ver muchas ardillas jugando y viviendo en los jardines entre Septiembre y Diciembre, lo cual embellece el paisaje porque son adorables y muy tiernas. Son mi roedor favorito sin duda.


Con esto termino mi etapa Manchester, ciudad en la que estuve viviendo un año y un mes, bastante más de lo que esperaba, pero que quedó inmortalizada en mi vida porque allí pasé la primera gran cuarentena del Coronavirus y escribí en su totalidad mi primer libro. Gracias por leerme y estoy seguro que el próximo posteo va a ser más alegre y vivaz, ya que la vida me sonríe más desde aquí, cada vez más cerca de lograr mis objetivos planteados desde hace tanto tiempo.