viernes, 17 de septiembre de 2021

¿Por qué no se van?

 Volví a este espacio de escritura después de tener un período en que la luna me tapaba la energía para escribir (o lo que sea que haya pasado en el medio con mi inspiración).
Tengo una entrada pendiente sobre los Juegos Olímpicos que lamentablemente quedará para otra ocasión porque no me siento en condiciones de hacerla ahora, y otras dos a medio escribir que terminaré algún día.

En esta ocasión no podía pasar por alto el BOCHORNO que fueron estas elecciones primarias en la Argentina, siendo que lo que más primó no fueron promesas de campaña sino la atención neo-mediática y la caricaturización de los personajes que se armaron l@s polític@s para que les elijan en esta instancia.
Estoy del lado de Ale Marin al evaluar el "cringe" de algunos spots, como si lo que realmente importara, sobre todo para captar el público joven (entre un 30 y 33% de los votantes que tendrían menos de 30 años) es el supuesto carisma que tiene cada postulad@ y su relación con las redes sociales.
Hubo muchas ocasiones en las cuales se subestimaba a la juventud mostrándole mensajes forzados, como ser TikToks, haciendo reels para IG o entrevistas en Twitch, de polític@s que en su puta vida pisaron esas plataformas y tratan de decir "votá por mí" desde el medio que mejor maneja el público joven y adolescente, quedando muy mal parad@s en todo aspecto. Pero esta estrategia que a mí parecer me parece ridícula le funcionó a la derecha y a la nueva derecha para convencer fugazmente a las personas que recién se inician en este tema de la demofarsa o que descreen de las iniciativas que tomaron puestos legislativos y ejecutivos en los últimos 18 años porque las consideran obsoletas y rancias. 

Y putos economistas se llenan la boca hablando de las leyes del mercado, y a mí qué me importa ese mercado/ si esas leyes son las que contarán la historia de la degradación del ser humano y de cómo fue esclavizado

Es justamente este nuevo conservacionismo aquel que "se hizo el lifting" (citando a Salsa Criolla) y ahora convence a l@s menores de 40 años que son el futuro, cuando está más que demostrado que tanto en Chile como en Estados Unidos como en Inglaterra las políticas neoliberales a rajatabla no funcionaron y originaron más problemas que soluciones. Y eso que no me estoy metiendo con los ´90 en la Argentina y las medidas extremas y generadoras de pobreza que se hicieron con el menemismo, lo cual seguimos pagando al día de hoy.
Sorprendentemente incluso para los mismos candidatos (sí, lo pongo en masculino), un extravagante y poco diplomático Milei fue pre-electo por más del 10% del electorado de Capital Federal lo cual da un indicio poco prometedor con respecto a las políticas que él mismo vocifera a viva voz cada vez que puede. A pesar de que estudió economía y denota conocimiento exhaustivo sobre diversas corrientes de la materia, es preocupante que haya alrededor de 300000 personas votaron por esta falange, siendo que sus propuestas tienden a una corriente elitista y meritocrática, emparentada con los dichos de Agustín Laje y otros (de nuevo en masculino) representantes del neo-liberalismo conservador que dejó estragos en el mundo. Con esto no quiero decir que defienda lo que hace la izquierda más socialista (ponele que pueda existir un camino así después de los fracasos en Cuba y Venezuela), pero me parece al menos un llamado la atención sobre la situación política que sucede en el país, sobre todo impulsada desde los electores más jóvenes (otra vez: en masculino).

A dedo voy decidiendo quién gobernará

La democracia así como se la ve está demasiado errada en tantos aspectos que me da vergüenza saber que la gente sigue yendo a votar, aunque en la mayoría de los casos lo hacen por seguir a la masa o por bronca de no haber tenido la posibilidad cuando eran jóvenes. Sea cual sea el motivo, se sigue repitiendo la misma fórmula que está destrozando un país por demás capaz de ser potencia mundial y mostrando las elecciones como una competencia en la cual un partido gana y el otro pierde, más parecido a un juego circense que a un tema tan serio como la elección de "representantes" (nótese las comillas).
Tal y como vengo haciendo desde los 16 años descreo totalmente de cualquier político que diga que viene a ser "el salvador de la Patria" o a liberarnos de todos los males porque en serio que toman a la gente de estúpida. Son pocas las personas que se dedican a la política que realmente hacen las cosas bien y cumplen en función de sus gobernad@s (ay, pero qué horrible que suena esa palabra), aunque sea temporalmente, y se informan de los temas que están en boga y plantean un cambio positivo para la población. El resto son un insulto para aquell@s que investigamos, vamos a trabajar a diario o consideramos que puede mejorar el sitio donde vivimos. Me da muchísima bronca que haya tanto cotorrerío relacionado a este tema tan serio y que se lo tome para la joda cuando tienen las vidas de casi 50 millones de personas dependiendo de lo que hagan en las Cámaras y el Congreso. Eso sin contar que los sueldos que tienen y los puestos faraónicos que ocupan son PRIVILEGIOS que ningún otro ciudadano puede acceder por más que lo intente. Por esto es que no considero que esta gente me represente, porque yo no soy así. Yo no estoy ganando 2500 dólares por mes por ir a trabajar y de hecho, no conozco ni conocí en mi vida a nadie que tuviera ese sueldo tan absurdo en un país económicamente tan pobre. 
¿Qué es el sueldo de representantes más bajo de Sudamérica? Entonces habría que plantearse no el hecho de subirles más los sueldos de manera obscena (como propuso compungida Fernanda Vallejos del Frente de Todxs), sino ver cómo hacer para que un/a emplead@ común y corriente pueda alcanzarlos, o al menos quedar cerca. Ni siquiera en el sector privado pueden verse sueldos tan inmensos (teniendo en cuenta que es entre OCHO Y DIEZ VECES superior al sueldo promedio), lo cual ya nos presenta un problema de representatividad y de simbolismo: ¿Es el trabajo de un/a diputad@ o un/a legislador/a ocho o diez veces más importante que el de un/a docente, un banquero o una enfermera? Desafío a que alguien me diga que sí, que lo es. Y si me responden que es porque sus decisiones afectan a muchas más personas, estamos olvidando el eje y la relevancia que tienen los trabajos que son más meticulosos y personales. Porque un psicólogo no puede atender a 48 millones de personas a la vez, una doctora no puede curar a todo el hospital al mismo tiempo y un conductor no puede llevar mercancías para toda una ciudad en una sola ocasión. Nos olvidamos que "vivimos en una sociedad" y que las decisiones de un@s afectan a otr@s, tal como expresa pantomímicamente la ley electoral.

Nos olvidamos que vivimos en la Argentina, el país de los vivos. El lugar donde las leyes son consejos que seguís si te pinta y que vas a la cárcel sólo por ser pobre o porque tu caso empapeló los diarios y canales de televisión, no por ser estafador/a o una amenaza real para las mujeres, disidencias o demás personas.
No confío en la democracia, no creo que sea el camino más adecuado para seguir y por supuesto que tampoco podría vivir en un gobierno absolutista. La gente que estudia ciencias políticas se olvida, ignora o ningunea que la anarquía fue y es la única corriente social y política incapaz de tener corrupción, malversación de fondos o líderes eternos (de hecho, no tiene líderes). Pregúntenle a las cooperativas cómo es su funcionamiento, a los caracoles zapatistas cómo es su organización horizontal o a los Ateneos Libertarios asambleístas si no me creen. O lean qué era la F.O.R.A. antes de que el peronismo metiera sus narices en las reuniones de inmigrantes que buscaban vivir en un lugar un poco más digno que un conventillo de mala muerte.
Mi camino es el de la acción directa, el del apoyo a lo que creo necesario, el de La Protesta, El Perseguido, La Antorcha y La Batalla. NO ES el de La Nación o La Razón.

Se cagan en mí, se cagan en vos y en la sangre que el Pueblo derramó

Otra cuestión de último momento que me sacó de mis casillas fue la tentativa renuncia masiva de la mitad de l@s ministr@s de la Nación. Es un disparate, una burla y una falta de respeto esta reacción tan infantil sin coraje y sin actitud para con el país la de encapricharse e intentar saltar del barco en la mitad del crucero, por un mandato de una superior o por no hacerse cargo de la situación en la que está el territorio que JURARON defender. Espero que Dios y la Patria, si es que existen, se los demanden. 
Me hizo acordar mucho a la reacción idiota y apática que hizo el ex-presidente cuando "perdió" las PASO del 2019. Vivimos en un país gobernado por incoherentes, cobardes y abominables seres a l@s que poco les importa el bienestar de la gente que les dio la voz de mando, sino sus beneficios personales. 
¿Y sabés qué es lo peor de este juego? Que cuando pase el temblor y se vuelvan a postular para otro puesto legislativo LA GENTE L@S VA A VOLVER A VOTAR. Son l@s mism@s pelotud@s de siempre, con otro peinado o un traje de colores, con la misma cara de imbécil y la sonrisa bonachona atada con alambres que se compra el voto y el dinero de las personas felices por emitir su juicio de votación.
Claro que no es ninguna casualidad que los partidos políticos más elegidos sean los que tienen y hacen más publicidad, tanto en la vida real como en la virtual y que no haya ninguna ley que prohíba que los partidos oficialistas NO utilicen dinero del fondo público para autofinanciarse. Porque el Sistema es así, es la corrupción humana la que manda y la democracia es un juego donde pierden l@s votantes, felices de haberse pronunciado a favor o en contra de un colectivo que se ve en la tele, como el reality show más perverso que se ve a diario. Que empiecen los juegos.