domingo, 10 de enero de 2016

Jamás estuve tan lejos de la ciudad

Me despido de Ushuaia. Una ciudad interesante para descubrir, analizar y recorrer. Es tan bello su paisaje y su gente como la contrapartida que tiene de conflictos gremiales y políticos o de oscuro su panorama adolescente. Ya volveré algún día, pero como investigador y/o con una familia futura a seguir recorriendo. Les deseo suerte a las chicas del Roller Derby local que me ayudaron tanto, a pesar de tratarse de un equipo de Piratas con escorbuto hasta que resuelvan sus problemas internos.

Continúo mi viaje, alejado de la casa que me está albergando hasta mañana a la madrugada, donde una vieja hinchapelotas cree que puede cortar las alas de mi libertad. Verdaderamente son estos los momentos en que agradezco por la crianza que me dieron en mi núcleo familiar y me dan más ganas de seguir viajando para mostrarle a l@s demás que la paciencia y el cariño tienen sus frutos.

Ahora sigo para Río Grande, donde me espera un grupo de chicas que no esperaba que yo fuera, y luego para Río Gallegos, donde están de vacaciones las que podrían esperarme.

Hasta hace tres días, cuando mi blog cumplía siete maravillosos años, no tenía un tema específico del cual hablar, pero fue una charla inesperada la que hizo replantearme todo lo que yo pienso.

Básicamente fue de una persona mucho más inteligente y sagaz que yo que me hizo poner en jaque todos mis ideales y mi lucha. Son estos enfrentamientos con uno mismo los que me hacen revalidar lo que yo comencé a pensar y a decir a los 16 años.
Cada vez se vuelve a presentar otro camino bifurcado del cual uno tiene que elegir: o me vuelvo un conformista y sigo una vida sencilla y simple; o soy parte de la resistencia, del cambio, de la duda eterna, del conocimiento. Está el camino fácil, el establecido, el que elige la mayoría; y está el otro, que poca gente respeta en realidad pero que la mayoría no entiende.
[Vale aclarar, aunque ya se trate de algo bastante obvio, que el uso de palabras como "cambio" o "elige la mayoría" NO TIENEN NADA QUE VER CON EL PRO O L@S K. Digo, por si hay gente pelotuda que todavía piensa que yo creo en un sistema demofársico.]
Lo más preocupante no es bajar los brazos y decir "bueeeno, si igual, con un Facebook o Whatsapp no pasa naaada" después de haber defenestrado esos sistemas de comunicación durante tanto tiempo, sino tirar por la borda toda la lucha que se tiene.

Que me están espiando, ya lo sé, y no es sólo de paranóico que soy. Y que cada palabra que escriba o que escriban de mí en cualquier medio virtual es eterna también lo sé, pero hago mi mejor esfuerzo por mostrarme reacio hacia el Gran Hermano que hay del otro lado de mi webcam. Ya llegará mi oportunidad de mostrarle al mundo el manejo tan tétrico que se tiene de la información de las personas, quienes en su mayoría se muestran tan simplon@s como Willy en Felicidonia.

No somos poc@s, quiero creer, l@s que estamos al pie del cañón esperando a que se desate la debacle para salir a pelear por la libertad. Y no creo que necesitemos "organizarnos en un sistema político". No. Todavía no. Todo se va a dar de a poco, aunque un día SÍ va a haber que poner el cuerpo para hacer realidad lo que soñamos. Espero que lo que haya que mostrar en realidad sean las ideas y nuestras ganas de vivir sin el dominio de nadie, porque ahí sí que ganamos de mano. Nada que arrepentirnos y con la frente bien alto para mostrarle al mundo que nuestras acciones no van a pasar desapercibidas.

Hace no mucho yo vivía encerrado en un mundo que no buscaba comprenderme, que me tiraba piedras y que intentaba de que yo: mate a alguien, me suicide, o salga de ese lugar. Por suerte elegí la tercera opción, para transformar vidas ajenas en mi eterno recorrido, para sacarle el mayor jugo posible a mi capacidad intelectual y para que mi espíritu se comprenda hasta el mayor punto posible.


No llegué ni a la mitad de lo que tenía propuesto por ahora y por eso es que me motivo tanto en seguir. Porque lo que me espera sé que es positivo, sé que es maravilloso, y no sé lo que es.

Depende de mí cumplir con mis objetivos.