viernes, 20 de marzo de 2015

Sin cadenas sobre los pies

¡Por fin puedo decir eso! Ya está, se terminó la tortura y puedo ser libre como yo me proponía desde el 23 de Marzo del 2009. Tengo un título terciario, tengo la habilitación del Estado para rodearme de adolescentes y tengo el conocimiento que me permite transitar nuevos rumbos sin dudar.

En Andamio 90 aprendí mucho. MUCHO. Entré con 19 años, acné, una confusión mental bastante adolescente y mucho entusiasmo para aprender sobre lo que es el teatro y la pedagogía. Tuve grandes profesor@s que me enseñaron todo lo que sabían, con grandes anécdotas y partes de ell@s mism@s que me llevo conmigo a donde vaya. Las materias teóricas fueron alucinantes, en serio que las disfruté un montón, más allá de la carga horaria tan chota y desgastante.
Fueron muchos años de grandes logros, decepciones, amistades, sufrimientos, pasión, frustraciones constantes, crisis internas, nuevos talentos que descubrí que tenía y miles de cosas más que hicieron de los últimos seis años de mi vida un aprendizaje constante.

Ahora soy libre. Escribo esto desde Neuquén, una ciudad y una provincia totalmente desconocidas para mí y por eso me siento tan felíz.
Estoy sembrando mi camino de logros individuales y grupales y conociendo gente nueva todo el tiempo, lo cual me llena de felicidad.
Sí, estoy lejos de mi familia y de mis amig@s, pero ell@s saben que esto es lo que más me gusta hacer en el mundo: conocerme a mi mismo a cada paso.
Sigo siendo el mismo pendejo adolescente de 16 años que soñaba con cambiar el mundo y transformar a todas las personas que veía a su paso, para que tod@s pudieran ser más libres y tener un futuro más esperanzador. Sólo que ahora tengo las herramientas para explicar lo que siento y lo que quiero decir. (Ya no me trabo más cuando hablo, como lo hacía antes. Y prácticamente todo lo que soy puede tener un nombre o puede modificarse sin angustiarme.)


En otro aspecto, el Roller Derby me sirve de buena excusa para conocer y ayudar a más gente, de
autosuperarme constantemente y de hacerme un nombre en un grupo, vaya a donde vaya.
Práctica física y mental, organización, seriedad, objetividad, confianza y autoconvencimiento y más cosas son las que estoy aprendiendo con este deporte que veo y ayudo a crecer.


Quién sabe qué me depara el futuro, lo bueno es que no lo sé  \(^_^)/. Tendré más ideas que moverán mundos, pero por ahora tengo que ganar experiencias, adquirir nuevas habilidades, superar obstáculos y seguir siendo quien quiera ser día a día. [Cualquier similitud con mi pasión gamer en 2D es pura coincidencia :P.]


Voy a seguir esforzándome por lograr lo que quiero, como hago siempre, y por defender las hermosas ideas anarquistas que tanto me gustan, el feminismo, los derechos LGBT, mis sueños e ideales de libertad, la riqueza de la adolescencia, el arte en todas sus expresiones, y por sobre todo LARGA VIDA AL TEATRO; hoy más necesario que nunca en una sociedad anti-humana.


Me gustaría regalarle a todas las personas que lean esto, algo que tengo pendiente desde hace mucho: un homenaje con frases de Miguel Angel Santín, otro de los grandes maestros que tuve en mis años de Andamio y que dejaron el mundo antes de tiempo. Un grande al que le debo mucho por haberme cambiado la cabeza no sólo en mi actuación frente a una cámara, sino frente a lo que era yo. Mi actuación tuvo un cambio sumamente drástico en el cuatrimestre que lo tuve de profesor, junto a Martin Guzmán de asistente de cámara. Lo que más lástima me da de su muerte no es el hecho de que no esté, sino de que no va a poder impartir sus conocimientos a otras personas. Me encontró en un momento de mierda de mi vida, hiper estresado, en pleno tratamiento de Isotretinoína para eliminar el acné (FEEEEO, MUUUUY FEEEEO me veía y sentía >_<) y pasado de revoluciones, pero aún así me pudo dar vuelta por dentro y hacerme ver una cosmovisión que no hubiera visto de otra manera. Acá les dejo las frases:

_El rescatar un logro te condena a repetirlo la próxima.

_Enseñar actuación para cámara «sistémico-formal» no existe.

_Muchas veces lo más importante de la actuación es lo que no se dice.

_No cuestiono el impulso. El impulso es más inteligente que la razón, actuando.

_Para prepararse para actuar no hay que descargar, hay que cargar.

_Lo primero que habría que hacer con la cámara es imaginarla que es el público. Tratarla como un sujeto, no un objeto.

_Los cuerpos nunca mienten.

_Cuando hay pasión, hay tiempo.

_Yo no vengo acá a que me quieran.

_A mi no me importa lo que te pasaba por dentro, yo digo lo que se ve.

_Critiquense en la medida que dan, que hacen, que laburan. Tomen ese parámetro, no sean tan burgueses.

_Los personajes no repiten cosas en general; todo acontece por primera vez.

_Si es la remera, tiene la culpa; si sos vos, es una dificultad a trabajar.

_Tu único aliado cuando hacés un personaje sos vos.

(Hablando de imágenes y técnica) _La actuación NO puede ser un acto azaroso.

_El primero que se modifica cuando se habla es UNO mismo.

_Si uno no se entrega, ni siquiera es juego; es una reproducción burocrática de la expresión.

_Lo que uno puede decir de lo que actúa, lo actúa. Lo que no puede decir, no lo actúa.

_Hasta que yo no me rompa el culo durante muchos años (...) no voy a poder saber si soy un actor mediocre o no.

_Para que algo sea extraordinario, tengo que sumar urgencia a lo que digo.

_Se actúa lo que se analiza.

_El que no te conoce, te interpreta, ineludiblemente.

_La justificación (de los hechos) invita a un estatismo del conflicto interno.

_Ya construimos el vínculo. Ahora pongámosle dinamita.

_Tiene que ser físico el laburo previo, no mental.

_La primera pasada fue plana. [...] En la segunda hubo actores.

_Pero no pensemos en la puesta. ¡Puesta las bolas! Ahora vamos a actuar.

_...Uno analiza siempre fragilidades humanas, no fortalezas.

_La preparación no es para el espectador, es para vos.

_Una mina con otra mina en los ´30 era la bomba atómica. ¿Y encima fuma? ¡A la hoguera!

_«Sí» las pelotas, hay que actuar todo el tiempo.

_Existen muy pocos planos detalle dulces.

_A veces se está tan cerca de una verdad terrible, que no se sabe lo que va a pasar.


Se notaba tanto en las frases que seleccioné acá como en lo que era él como profesor, que se divertía y disfrutaba mucho de lo que hacía, aparte de tener sentido del humor mezclado con seriedad para el trabajo, que transmitió con mucho amor y que yo recuerdo siempre que me tengo que parar frente a una cámara, o pensar en cómo es mi actuación. Es inevitable recordarlo siempre, ya que fue el primer y único profesor en mi vida que me obligó a ver mis autocorrecciones comenzando desde lo que había hecho bien y no reforzando lo negativo; ese tipo de gestos tan simples pero modificadores lo tengo SIEMPRE en cuenta, sobre todo para cuando enseño.

Ya que estoy hablando de él, no puedo dejar de citar una conversación sobre un trabajo que hice para él, que me ayudó mucho a entenderme a mi mismo: la tarea era escribir mi autobiografía "en base a los juegos". Así de sencillo como de complejo. [MUY BUENA tarea que espero poder hacer hacer a mis futuros discentes porque me produjo muchas satisfacciones.]
Cuando se la entregué y nos quedamos hablando de la misma, le pregunté cuál era para él la finalidad o qué tipo de conclusiones podía sacar. Me dijo que era una manera que tenía él de ver cómo nos valorábamos a nosotr@s mism@s y los juegos que jugábamos; también me dijo que se dio cuenta que la mayoría de las chicas después de los 18 años no hacen (o hacían) deporte.
Eso a mí me quedó picando en la cabeza y me llamó poderosamente la atención. Unos meses después conocí el Roller Derby y entendí que tenía una misión con lo que él me había dicho. Así que se puede decir que su intervención pedagógica fue y es uno de los factores por los que estoy tan metido en el RD y por el que me interesa tanto reclutar e involucrarme en la formación de nuevas jugadoras constantemente.(Por suerte, la última vez que lo vi, le pude comentar del deporte y él lo conocía y se alegró por mí).

Como digo siempre: le pido por favor a mis grandes profesor@s de la facultad que no se mueran, que hay mucha más gente que l@s necesita para seguir avanzando en sus vidas.


Quiero, en esta entrada tan especial, dejar una frase del Martin Fierro que le encanta a mi viejo y que yo entiendo tanto como él, porque es lo que nos motiva para vivir:

Para vencer un peligro, 
salvar de cualquier abismo, 
por esperencia lo afirmo: 
más que el sable y que la lanza 
suele servir la confianza 

que el hombre tiene en sí mismo.

Saludos a tod@s y será hasta al próxima.