martes, 24 de febrero de 2015

Nunca digo "no puedo", si no lo intento me arrepentiré

¡Qué momento documentalizable para escribir! No sólo yo estoy yendo a experimentar nuevos mundos, sino que la gente que me rodea también.
Vuelvo para visitar la Capital Federal en más momentos de cambios. Pero esta vez mi alrededor me acompaña: un gran viaje para mi padre; unos preparativos para un gran enlace de mi hermano; y cambio de residencia para mi madre; yo no soy el único que modifica constantemente su energía y su vida ^_^. Me alegra saber que de alguna u otra manera mi familia me acompaña cada un@ con su viaje interno y externo.

Dejo atrás otras vidas, otras realidades. El aire de costa me dejó con un fuerte olor a despedida (donde más de una vez al mes huele a pescado podrido :P) y me fui de ahí viendo un montón de pañuelos blancos ondeando, dejando caer algunas gotas de sus ojos.
Se vienen vientos de cambio en mi camino. Soplan grandes ráfagas que limpian el aire que respiro. Un poco de Patagonia va a darle nueva vida a mis averiados pulmones de tanto smog humano. Supero nuevas instancias, modifico mi rumbo, reviso la brújula de mi abuelo y me inclino hacia el Sur.
Encuentro personas que me admiran por lo que hago y encuentro personas admirables de quienes DEBO aprender para poder ser mejor persona y docente. Exhalo pasión por todo lo que hago y transpiro recuerdos, que puedo tomar como documento de lo que fue.
Mi balsa tiene maderas, restos de ramas y papeles que pego donde tengo lugar para recordarme lo que fui y no olvidarme de que constantemente mis sueños se pueden alcanzar. Me siento un Pacman de la vida, devorando proyectos, haciéndolos realidad y esquivando los fantasmas del fracaso (para después comérmelos en el momento correcto).

Juego, sigo jugando y dejándome llevar por el Efecto Mariposa, que me va dando nueva vida constantemente.
[¿Mujeres? Ehh... tengo otras prioridades, pero cada tanto descanso felizmente sleeping with ghosts with a bitter end.]

Ni siquiera el agobiante calor porteño o la estúpida burocracia de mi facultad pueden contener mis ganas de vivir la vida que quiero. Lo que antes me parecía opresivo o estresante, hoy en día está al costado de mi camino y no se siente como algo trágico... porque sé que es temporal. Desconozco mi futuro incierto, mi lugar exacto de finalización de este viaje, pero hago de eso lo más hermoso. No tengo rumbo fijo, tengo ganas de vivir y viajar mucho.

No puedo esperar para filmar otra película, dar clase en otros lugares, conocer gente y vivencias de otros sitios y disfrutar de otras compañías (aunque sin olvidar las que estuvieron en los momentos más oscuros).
Le agradezco a todas las personas que me apoyan y me quieren a pesar de que saben que vivo errando, pero con muchos aciertos. Hago lo posible por volver a verl@s, pero el tiempo es tirano en Buenos Aires y me despide con bastante propulsión.

Esta es la última entrada que hago como Sr. Abel Lisman; ya desde la próxima en todos los papeles legales deberá figurar la palabra "Profesor".
Es muy bello saber que este blog lo empecé para expresarme un poco antes de empezar a estudiar como bestia y ahora que me estoy recibiendo me sigue acompañando y teniendo más y más motivos para decir lo que pienso. No me arrepiento de nada de lo que puse hasta ahora (más allá de las consecuencias que pueden haber generado) porque sé que me soy fiel a mi mismo, y eso es lo más importante.
Sigo, felíz (con tilde) sigo. Las utopías no son zanahorias lejanas, son cercanas frutillas, alcanzables, comestibles y pasionales. El mundo espera por mi reacción, pero quiero esperar a que aparezca el/la sucesor/a de Youtube para mostrarme; paciencia...sólo paciencia :).