lunes, 18 de enero de 2010

Siempre juegan los mismos

Día Domingo. El Sol desprende sus rayos hacia el cosmos y nuestra atmósfera los capta con un ávido entusiasmo. Me dispongo a hacer el mismo recorrido que hago tres o cuatro veces por semana, a la misma hora y hacia el mismo lugar. Esta vez no alcanzo a ver el horizonte cuando llego; un mar de gente me tapa la visual. Diálogos inaudibles entre jóvenes y jóvenes, ancianos y ancianos y padres e hijos. Entre todos, el bullicio y el fastidioso calor que me hacediaba había un ligero impedimento a poder pensar o leer lo que deseara.
Para alivianar un poco mi malestar, intento realizar una de mis actividades favoritas, en el arenal con red principal.
Mucha gente. Espero para jugar un par de partidos, comentando los mismos con mi padre. El coordinador de las reglas, aquel que decide quién juega y quien no, utilizó la maravillosa técnica de anotar por nombres los equipos (oh! que ejemplo de genialidad) y así armar una especie de grilla exitista en la cual el equipo ganador quedaba en la cancha y el otro se retiraba para dar paso al siguiente. Decidí no anotar mi nombre ni nada por el estilo porque este deporte se juega de a 6 por equipo y yo era uno solo. Esperé tres partidos en las gradas para ver si no se presentaba algún jugador y así poder entrar (unas ligeras marcas en el lado izquierdo de mis rodillas atestiguan lo que acabo de describir). Pasado un partido de una cierta calidad, en el cual ninguno de los dos equipos demostró inferioridad pero uno terminó perdiendo por 25 a 22 puntos, veo que hay un cambio de tan sólo un jugador en el grupo perdedor. Bien, así comienza el segundo partido casi con las mismas características que el primero. El fuego que sentía causado por el calor, a pesar de haberme mojado la cabeza y los pies, me encendió en una bronca casi indescriptible. Obviamente, fui a quejarme sobre lo que estaba pasando y el amable, apacible y dulce coordinador dijo "te hubieras anotado con tu nombre, así se maneja esto acá". Después de una breve discusión (él arriba de las gradas, yo abajo en posición subdital) me refregó en la cara el hecho de que me conoce hace un tiempo largo y "¿vos nunca pero NUNCA hiciste lo mismo?" como si fuera tan cruel de monopolizar una maldita cancha de volley. Mi respuesta después de unos diez segundos de pensarla fue que no recuerdo haber hecho semejante apropiación sino que es probable que haya jugado varios partidos seguidos por victoria, o en el caso de que no hubiera tanta gente esperando (a lo sumo 3 o 4 personas, no VEINTE!). "¡Que mala memoria que tenés!" fue su respuesta final. ...Si no me abalancé sobre él para estrangularlo en ese momento es porque mi paz interior, las personas que estaban anotando el nombre de sus equipos y su inmenso poder para regular lo que sucedía dentro de la cancha me lo impidieron.
Después de otro breve período de silencio, un equipo de absolutos anónimos me invita. La humillante derrota fue inevitable, sobre todo porque de mi lado de la cancha había personas que servían más como postes de luz o imitadores de Daria, y porque del otro lado había personas con entrenamiento, experiencia y conocimiento mutuo. Esto me hace acordar a años anteriores en que a mi no me era permitido jugar por mi corta estatura o experiencia; y el resto de los jugadores eran ex o actuales profesionales de clubes de segunda y primera división.
Pasado este episodio y un chapusón en la pileta local, me dispuse a presentarme en la cancha de valor secundario. El mismo problema de nombres se hacía presente, pero como el coordinador estaba jugando en uno de los lados no había mucho por hacer más que esperar. Esta vez fue menor el tiempo y mayor mi organización para disponerme a jugar. Dentro del juego y con un equipo un poco más decente, aunque igualmente amateur, la derrota fue más ligera y aceptable.
Habiendo alcanzado los 25 puntos el equipo rival, la lista de nombres que sostenía el coordinador 2 de la cancha 2 (porque el árbitro 1 estaba jugando en la otra cancha por una invitación que le proporcionaron, teniendo de igual manera el día pago por el club) se había acrecentado a tal punto que había que esperar una hora para ver si era posible jugar, con una sensación térmica que lo hacía muy poco aceptable si alguien pensaba quedarse en el Sol tirado al lado del sitio para entrar.
No volví a aparecer por allí en todo el día.
Para no entrar en un estado desequilibrante intenté sumergirme en los 1,50mts de profundidad en la parte más honda que tiene la pileta para escuchar sólo lo que digan mis pensamientos. Más allá de los 30 o 40 segundos máximos que pueden resistir mis pulmones bajo el agua, el ambiente era insoportable. Estaba rodeado de un mar de humanos que no parecían percibir que me golpeaban con una apacible constancia, ni tampoco parecían ser miembros de MENSA (bueno, tienen razón, no voy a encontrar ejemplos de genialidades científicas adentro de una pileta recreativa). El ruido que había en comparación entre el estado nirvaniano en el que yo me sumergía, literalmente, y el inaudible afuera era tortuoso.
Seguido a eso no hice otra cosa que secarme, y recostarme en mi reposera con mi MundoPersonal3 para volver a mi propio ser y no dejarme corromper por este lugar de "descanso" terrenal. No soporté más de media hora a la gente que iba y venía delante mío, paseaba y aplastaba el pasto a su paso.
Tentando a mi suerte, revisé las listas de nombres de ambas canchas de volley y vi que en la principal/pseudo-profesional había seis o siete equipos en espera, mientras que en la secundaria el número ascendía nada más que a once.
Procedí a retirarme del gran parque recreativo con la esperanza de no volver a tener un día tan patético en mucho tiempo. Ruego que aquello se cumpla.

Esta pequeña anécdota que cuenta lo que me sucedió ayer no es más que una muestra gratis de cómo está la sociedad hoy en día. Si no sos conocido de o tu código no coincide con la moral reinante no sos nadie y no merecés jugar. Hay que ser "del palo" para entrar a la cancha y hacer el mayor esfuerzo posible por que las cosas salgan bien y dejar tu huella impresa en la arena; intentando de que aquella huella resista lluvias, vientos, inviernos y quede para siempre. Yo creo que cualquiera puede jugar, dar lo mejor de si y dejar una impresión de felicidad tanto en el rostro propio como en el ajeno. Y si esa felicidad trae consigo otras características aún más espectaculares, mejor aún. Vivir no es el único objetivo de esta vida.

Volví. Después de un tiempo no me limito a escribir sobre lo que vi o sentí en algún momento en un rol periodístico, sino que soy yo, Abel, otra vez. El pensador, el idealista, el artista, el loco, el amigo. Aunque cabe recalcar que los últimos tres posteos me los tenía prometidos hace tiempo y los primeros dos fueron impulsos para empezar a escribir por mi cuenta de modo virtual.
Saludos a todos y será hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. en un todo de acuerdo.Un dia una tia mia me contó que llegaba un importante escritor a la argentina y sólo ella y 2 personas más estaban para recibirlo,mientras que habian colas y colas para sacar entrada para ver a las rubias incoherentes y descerebradas en donde salen en bolas.
    Muchas veces pienso que los valores se perdieron,que si no haces lio y si no haces escándalo no existís.Cada día la cosa está peor, al saber historia y al estudiar en profundidad cada tema puedo decirte que los verdaderos próceres son aquellos que han trabajado y han encontrado curas para aquellas enfermedades que ellos no tenian.por haber ayudado a la gente.Qué hacen esas rubias tetonas?mostrar el culo cura el cancer?hacerse las tetas logra la igualdad social?
    no se por qué estoy escribiendo esto, el terrible dolor de cabeza y los vómitos que tengo me están haciendo pensar asi, sepa disculpar!!!
    muchos besos

    ResponderBorrar
  2. Siempre votamos a los mismos tambien.
    valia la pena dedicar un post?

    Ahi mejores katarsis

    la pendeja de pelo azul ^^

    ResponderBorrar
  3. En tu texto leo lo que ambos sabemos: "La sociedad esta pelotudizada por una corriente enfermiza de elitismo y falta de entendimiento de la realidad, al punto de alienarse de los verdaderos placeres de la vida"

    El tipo de la lista, claramente es uno mas de esta sociedad podrida por dentro en la que nos vemos inmersos. Como no te sometiste 100% a su autoridad comportandote como todos y anotando tu nombre, el te castigó siendo un choto y asegurandose de que no disfrutaras un deporte de equipo.

    Con respecto al incidente pileta, resulta que la masa necesita el hormiguero, no pueden darse su espacio. Aprendieron a callar el miedo a las cosas aglomerandose en grupos compactos de gente sudorosa que se pisa mutuamente. Si vos pudieras aislar a uno de esos durante 10mins empezaría a llorar y cosas así por bobadas, porque sin el ruido constante, sin el chivo constante, sin la pelotudez constante, piensan y por lo tanto pueden darse cuenta de que hay cosas a las que le temen, cosas que los ponen mal, cosas que los lastiman.

    Es una lástima que no hayas podido disfrutar de tu día. Espero que la próxima este mejor.
    Suerte y que los fachos clarinistas no te coman ;)

    ResponderBorrar
  4. http://miu-sakurai.blogspot.com/ entrá en mi blog

    ResponderBorrar