domingo, 17 de marzo de 2013

Me dijeron que en el reino del revés...

Los argentinos realmente me sorprenden cada vez más. Ya sea por tener un pasado "oscuro", rodeado de conventillos y gente hacinada, teatros de revistas, guerras imbéciles contra bárbaros tan civilizados como son los pueblos originarios, la mano en la lata, como también ser responsables de una capacidad única de salir adelante en tiempos de crisis y atarlo todo con alambre aunque sea, de dar fama a artistas extranjeros y con eso hacer que lleguen a millones de personas, tener genios maravillosos que trabajan en las condiciones más precarias que existen o directamente que no los reconocen como tales en vida.
En este país, el culo del mundo, visto desde una visión estadounidense-japonés-euro-céntrica, están habiendo últimamente protagonistas absolutamente inesperados, que hacen ver a la Argentina no como la tierra de la más maravillosa carne, la exportación feroz de la soja o por la fama de Buenos Aires ("la París de Latinoamérica") sino como hacedora de verdaderos líderes mundiales.
Si, está bien, parece una exageración mía si se lo ve desde un lado político institucional, pero no está tan lejos desde una cierta óptica. Voy a analizarlo un poco más detenidamente, con el estilo de redacción que me caracteriza.

"Había una vez una simpática chica de altísima sociedad que tenía ya su vida planificada desde un mundo de Catolicismo, mucho trabajo y exigencia individual, solidificado por una base de bienestar económico y un padre con un pasado de ayuda a ex-gobernantes dictatoriales. Esta chica esperaba al príncipe azul, mientras jugaba con sus caballos en sus ratos libres. Ningún tipo de fantasía provocada por Disney, los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen o cualquier otro podría imaginar que su sueño se haría realidad algún día.
Aquel príncipe que tanto deseaba ella en su mente, se le apareció ante sus ojos desde las lejanas tierras de la marihuana legal, las represas altas y la naranja mecánica del ´74. Aquel noble la acogió bajo su protección y amor y la llevó lejos de su tierra, donde los cómplices de asesinos no pudieran entrar. El cariño que se prestaron mutuamente desde hace tantos años y su encanto sudaka la llevó a tener una gran popularidad con el pueblo del norte de Europa, a pesar de que la realeza hoy en día no esté más que para el Gabinete de Adornos y Protocolos.
Un buen día, la madre de su amado decide relegar, por cuestiones de edad, su mando a alguien que la suceda. Ese alguien es nuestra nueva princesa argentina que en no mucho tiempo se convertirá en reina, a pesar de que de este modo se desperdicia un buen cerebro para convertirse en un rol totalmente obsoleto y decorativo. Continuará..."
Quería poner en forma de cuento la historia de Máxima, que se convierte en la primera reina argentina de la historia, desconcertando un poco a nuestro pueblo por su posición tan poco usual y fantasiosa.

Del mismo modo se podría analizar a dos delanteros que sorprenden a la prensa mundial y los fanáticos del futbol inglés y español por su enorme capacidad artillera en el campo de juego y por estar liderando equipos y llevándolos a lo más alto que se podría aspirar. Creo que Maradona sentó un interesante precedente de grandes goleadores de los que no importan su origen social o dificultades físicas. Lástima que hay que llenar otras diez posiciones, sino ya habríamos sido campeones mundiales hace rato.

Para finalizar este análisis a los nuevos protagonistas dejé al que más sorprendió porque nadie lo vio venir, aunque me digan lo contrario. Estoy hablando de ese regente de la ortodoxia mundial, vestido de blanco y con forma de preservativo abierto que boga por la paz y la humildad desde la institución más poderosa del planeta, sede de la hipocresía y el canon de ideas que ya no sirven más. Puede que en ese lugar haya muchas personas inteligentes y con ideas buenísimas, pero no lo demuestran más que para que un gran grupo de ovejas encuentren en su pastorcito de oro una luz para vivir sus vidas en base a lo que dicen los demás, sin mirarse a si mismos. Espero que este tipo que parece ser un poco más sensato que otros que ocuparon su posición realmente cumpla con lo que dice su Libro de vivir para los demás y de ver al pobre como un ser humano y no como una cosa sin solución.

 Si algo nos caracteriza a los argentinos es saber querer cambiar las cosas, quejarnos por lo que no nos gusta y ser una de las sociedades más arraigadas a las ideas del anarquismo y la defensa de las ideas; como también una de las más conservadoras desde el punto en que "las cosas están bien así, no hace falta cambiarlas". Vamos a ver qué tal le va a la Tierra cuando se den cuenta que los otros negros del mundo demostremos nuestro talento, poderío e inteligencia para llevar adelante un cosmos que el capitalismo salvaje y la estupidez logró reducir casi a cenizas.
No espero con esto llamar a una revuelta armada, porque ya no creo que eso sea necesario. La tercera guerra mundial va a ser la guerra de las ideas formales, de la inteligencia informática y de saber salir de situaciones de aprieto. Por suerte nosotros tenemos una ventaja narcisista y de por lo menos 3 o 4 generaciones de salir adelante con lo que tengamos a mano.
Prepárese, país, que el momento se acerca. Uníos y seremos libres de los titiriteros del poder mundial.

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