domingo, 3 de marzo de 2013

Suena como libertad

Se oyen las campanas que dan inicio a la partida, en la cual mi vida irá girando de manera cada vez más positiva. No evito pensar en mis compañeros de vida, quienes también se encuentran en una buena racha en lo que han deseado desde hace tiempo, dejando atrás malos tragos.
Estancados en una vida inmunda, hacemos perecer los malos deseos y muy de a poco nos acercamos a la felicidad que tanto buscamos intensamente.
Ningún tipo de ritual moderno de danzas de cortejo, que nosotros no entendemos detalladamente en su progreso hacia el éxito, podrá empañar la vía del conociemiento o de la superación personal.
Yo por mi parte voy abriéndome paso entre cajas de libros, padres, ensayos y tranquilidad para lograr lo que me propongo. Mientras tanto, para mantener la no-lúcida cordura que me distingue, observo. Observo la juventud a mi alrededor y me maravillo de la identidad que los adolescentes van forjando por su propia cuenta, sin la invasión necesariamente enferma de algunos adultos, aunque haciendo equilibrio en una fina linea de pasión y de descubrimiento, para no caer en las redes de moralidad estadounidense o crismoreniana que tanto los amenazan y atacan.
Admiro sus ganas de vivir y su esfuerzo por superarse constantemente, cosa que los adultos olvidan a medida que van avanzando en su vida (asi hasta dejarse morir en los brazos del olvido). Admiro también a los que saben atañarlos en un grupo de pertenencia, sin crueldades y con picardía o un pop no-agresivo (hablo de los adolescentes biónicos o miranderos, por citar algunos ejemplos).
Deberé aprender a entender sus nuevas formas de socialización, observando cómo se desenvuelven dentro de mundos que escapan a mi imaginación, pero porque no pretendo que lo que yo digo, hago o soy le pertenezca a mark zuckerberg o a algún otro rey de una red social virtual. Yo creo en el cara a cara, en mirar los gestos de la otra persona mientras un@ habla, en ponerse incómod@ porque la otra persona te genera cosas que vos no entendés o no sabés qué hacer con eso.
Vivo en un mundo alterno, lejos de aquell@s AlThErN@S que tanto me hacen delirar, porque l@s idealicé en su capacidad adolescente, muuuuy muuuy lejos de la realidad. Este planeta que habito lo creo yo paso a paso y me modifico y crezco a medida que lo voy habitando y descubriendo. No espero que sea perfecto, pero al menos estoy donde creo que debo estar, cerca de mi.
No falta mucho para que empiece a buscar canciones de la década de la pizza y el champagne acá y de la moda de la crítica a la gris mediocridad y la muerte del modernismo allá. Esto lo haré para excitarme por última vez en un goce casi dionisíaco y barbárico que tanto sé anfitrionar. Voy a extrañar usar esta casa como recinto para fiestas y jolgorios, pero cuando un@ ya creció demasiado en el útero y no entra más, lo único que le queda hacer es salir ^^.
Seguiré combatiendo y con mi lucha eterna contra seres imaginarios (la única diferencia es que yo los puedo explicitar y hablarles a la cara a veces...o transformarlos en una belleza artística, para que no se conviertan en odio y frustración).
Ya termino etapas, empiezo otras y el viaje más largo que pueda imaginarme. Descubriré nuevos talentos en mi interior, nuevas facciones aún desconocidas en los otros y mucha calma, diversión y alas para volar en el mundo que me rodea. Son sólo proyectos cuando un@ los ve desde afuera, pero son ese impulso que te ayuda a concretarlos y a imaginar un mundo libre y sin miserias cuando un@ los va logrando de a poco. Siempre de a poco, para disfrutarlo aún más.
Ya llegaré a completar alguno que me dé inmortalidad sobre algún buen grupo de personas, pero no quiero desesperarlo para no tirarlo por la borda.
Hasta la próxima.
Ah! E.V.A., que disfrutes de tu día, siempre anhelando y pensando en tiempos mejores.

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